OPINION

¿Para que tocar pantallas si se puede pisar el suelo multi-touch?

suelo1
suelo1

Patrick Baudisch es profesor de Ciencias de la Computación en el Instituto Hasso Plattner en Berlín, además de director del Laboratorio de Interacción Persona-Ordenador. Su investigación se centra en la miniaturización de los dispositivos móviles sensibles al tacto.

Posiblemente le recordarán por ser el padre del LucidTouch, una pantalla táctil desarrollada para Microsoft que permite navegar tocando la parte de atrás del dispositivo; la "pantalla táctil translúcida", que le llamaron algunos.

Después de su gran, aunque efímero logro (en Redmon el proyecto todavía no ha tomado forma comercial a gran escala), Patrick se ha dado cuenta que su trabajo debe dirigirse hacia superficies de órdenes de magnitud más grandes. El crecimiento de las pantallas en vez de su recogimiento no es asunto baladí.

Los dispositivos de sobremesa u ordenadores pueden permitir un amplio abanico de posibilidades, pero también tienen sus limitaciones físicas, ya que no pueden extenderse más allá de la longitud de un brazo. Además, varios usuarios tocando una pantalla a la vez puede convertirse en un sindios de órdenes que hagan inútil el sentido multi-touch de los displays actuales.

El equipo del profesor Patrick Baudisch ha dado con una posible solución con una pantalla multi-touch en el suelo, que garantiza un sinfín de posibilidades nuevas tanto en el espacio y como en experiencia para los usuarios.

La incorporación de pantallas multi-touch de alta resolución en los suelos permite que éstas puedan sentir la presión de las personas y reconocer a los usuarios en base a la suela de sus zapatos, por lo que posibilita pasar por alto los usuarios inactivos y centrarse sólo en los conocidos, dándoles la capacidad de utilizar sus pies para interactuar con precisión.

Esta pantalla también admite la entrada de texto, gracias a un teclado QWERTY que se puede activar dando saltos, como si jugáramos a rayuela. Una vez visible, las letras se tocan con la punta del juanete, dado que la pantalla detecta el punto de mayor presión de toda la suela.

El reconocimiento de órdenes por la forma, posición y peso del pie abre una nueva ventana de usabilidad basada en el equilibrio de las personas y su movimiento pivotante sobre las extremidades.

Por ejemplo, se podrían manejar cursores con el movimiento del torso o de la cabeza, con la posición de las rodillas y hasta poniéndose de puntillas; tantos grados de libertad como para disfrutar de un juego de ordenador en primera persona con sólo los pies y sin moverse del sitio, como bien muestra este vídeo.

Fuente: Hasso Plattner Institute

Mostrar comentarios