OPINION

China encarga una escuela de fútbol a los monjes Shaolin para mejorar su cantera de jugadores

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El argumento de esta historía podría ser el mismo que el de la divertida película “Shaolin Soccer” (protagonizada y dirigida Stephen Chow) si no fuera porque la propia Federación China de Fútbol, y no un grupo de rufianes, es la que está detrás de la idea de mezclar kung-fu y fútbol en una exclusiva escuela. En esta "masía" se forjará una nueva generación de jugadores de ojos rasgados, para lograr poner a su débil liga entre las mejores del mundo.

El legendario Templo Shaolin, conocido como el hogar del kung-fu chino, dirigirá la preparación de los jóvenes talentos. Shi Yanlu, el capitán de los monjes Shaolin, afirma que las disciplinas del kung fu podrán beneficiar a los futbolistas de su país para lograr mejorar el nivel de su juego.

La Academia de Fútbol Juvenil de Shaolin ha sido construida en octubre pasado al lado de un campo de entrenamiento que pertenece al templo. Alrededor de 2.000 niños menores de diez años de edad aprenden kung fu en el antiguo monasterio de la provincia de Henan, de los cuales 40 elegidos han comenzado entrenamiento de fútbol.

Lo harán bajo la supervisión de expertos en artes marciales y ex futbolistas internacionales, entre los que (por ahora) no se encuentra Eric Cantoná ni el holandés De Jong, maestros sin duda en eso de dar patas de kung-fu con tacos.

“En este momento, el rendimiento de los jugadores chinos en el fútbol es realmente decepcionante. Esperamos que mediante la combinación de elementos del kung fu y el espíritu de nuestro templo, el fútbol chino pueda mejorarse...”

Además de la formación habitual que recibe un futbolista, el enfoque de los monjes radica en los aspectos del arte marcial, como el equilibrio y la fuerza de las piernas.

También van a invitar a algunos "entrenadores sobresalientes de ámbito mundial" para que les enseñen estrategia y táctica de juego como conjunto, que no les vendrá nada mal. Por ahora, el único con puesto fijo es un entrenador llamado Tchami, un ex internacional camerunés que todavía debe estar preguntándose donde se ha metido.

El Shaolin Monk Football Training Base, que es como se ha bautizado al complejo, ha sido impulsado por la Asociación China de Fútbol, que cuenta ya con todo la equipación preparada, incluyendo más de 1.000 balones de reglamento, un número enorme pues muchos de ellos pueden acaban destrozados o perdidos entre las nubes, dada la potencia que se les presupone a estos nuevos maestros del pelotazo.

Y como afirma el mister Shi Yanlu "es sólo el comienzo; cuantos más niños empiecen a jugar al fútbol con nuestra técnica, más jugadores profesionales construiremos y creemos que algunos de ellos se convertirán en superestrellas internacionales algún día".

Fuente: China Times y Orange News

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