OPINION

Si reciclamos en casa, ¿por qué no lo hacemos cuando vamos de pic-nic?

BOLSA1
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Existe una gran diferencia entre comer en casa y hacerlo en un mantel de cuadros en exteriores. Normalmente, en nuestro domicilio separamos los desperdicios en sus bolsas correspondientes; pero en el campo o en un parque todos los residuos, como norma general, van a lo que comúnmente se conoce como “la bolsa de los desperdicios”, esa bolsa-batiburrillo donde se juntan los restos orgánicos con las latas de cerveza y bebestibles, y estos con los papeles y plásticos de los envoltorios.

También, normalmente, esta bolsa se arroja en la primera papelera que se encuentra, en el contenedor multiusos que el ayuntamiento ha dejado por allí oxidándose o, los más cerdotes, lo dejan directamente allí que ya vendrá un guardabosques a tirarlo.

Todos estos inconvenientes se podrían minimizar mucho si contamos con una “bolsa de los residuos” como 'the waste-folder', un cubo de la basura compacto y portátil, que fácilmente se desdobla en un dispositivo de seis compartimientos para el reciclaje.

Diseñado por el estudio francés AKA architectes, esta carpeta para separar residuos se adapta a cualquier evento espontáneo: picnics, barbacoas o reuniones inesperadas. El diseño es, literalmente, un paquete de carpetas planas hechas de papel y cartón, que también pueden ser recicladas después de su uso.

Viene plegada para que ocupe poco espacio y, gracias a unas pestañas adhesivas, se convierte en una estrella con 6 compartimentos para clasificar la distinta basura. Una vez usadas con los residuos correspondientes, cada sección se convierte a su vez en bolsa individual con solo cortar por la línea de puntos, pudiendo cada integrante de la soirée (y no el de siempre) llevarse su porción de reciclaje según el color del contenedor que le quede más cerca de casa, ya que la bolsa tiene asas para su transporte.

Una idea sencilla de fabricar, más de utilizar y con un sentido ecológico que lo envuelve de principio a fin. Bravo.

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