OPINION

Una monja octogenaria vulnera la seguridad del Complejo Y-12 para armas nucleares de Oak Ridge

Se podría decir que el destino del mundo moderno se decidió en Oak Ridge, Tennessee. Allí, en 1943, los científicos que trabajan en el Proyecto Manhattan consiguieron separar y producir uranio y plutonio para su uso en el desarrollo de un arma nuclear. El descubrimiento llevó a las bombas atómicas que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial.

Estas instalaciones codificadas como Complejo de Seguridad Nacional Y-12 (que más tarde se convirtió en el Oak Ridge National Laboratory) desde entonces tiene una larga historia de proporcionar almacenamiento seguro de materiales nucleares, tanto para los Estados Unidos como para otros gobiernos.

Hasta que el pasado fin de semana llegó una monja de 82 años de edad, acompañado por otros dos activistas anti-nucleares también entrados en canas, que rompieron todos los sistemas de seguridad del complejo Y-12 durante la madrugada del sábado, que es cuando se hacen este tipo de locuras.

El Departamento de Energía norteamericano ha afirmado repetidamente que la seguridad en el lugar, uno de los más secretos del planeta y que alberga entre 300 y 400 toneladas de bombas de uranio, es lo suficientemente robusta como para defenderse de una docena de terroristas fuertemente armados con conocimientos de procedimientos de seguridad.

Sin embargo, y según cuenta el Knox Sentinel, los activistas entraron después de cortar a través de tres vallas que rodean el complejo, para introducirse en uno de los edificios y “verter sangre humana en las instalaciones”. Los activistas, Megan Rice de 82 años, Michael R. Walli, de 63, y Greg Boertje-Obed de 57, fueron arrestados bajo cargos de invasión de propiedad federal y permanecerá en la cárcel hasta una audiencia este jueves.

El director del Y-12 describe la instalación como "la planta de fabricación más importante dedicada a hacer de nuestra nación y del mundo un lugar más seguro". Sin embargo, los expertos en seguridad nuclear en el Proyecto de Supervisión Gubernamental (POGO) ya han advertido al Departamento de Energía que su planta Y-12 se encuentra en un alto riesgo por brechas de seguridad.

Y más cuando los guardias de seguridad que trabajan en el Y-12 tiene un gran historial de, literalmente, quedarse dormidos en el trabajo, como el News Sentinel ya publicó en dos artículos en 2008 y 2012. Esta fuerza de seguridad es contratada por la empresa G4S Secure Solutions (anteriormente conocida como Wackenhut Corp.), la autoproclamada como "mayor contratista de seguridad en el mundo".

Como proveedor de seguridad de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres, G4S fue noticia a principios de este verano al no proporcionar el número prometido de guardias de seguridad para el evento, algo que la compañía estuvo de acuerdo en admitir que fue "un desastre humillante".

Aunque no tanto como que una monja de 80 años y dos amigos se cuelen en, posiblemente, la instalación de armas nucleares más importante del mundo.

Fuentes: News Sentinel 1 y 2

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