OPINION

Una vuelta de tuerca para redefinir las prótesis modernas

protesis1
protesis1

La tecnología contemporánea de prótesis para amputados adolece de dos males fundamentales: la poca funcionalidad de los modelos y, sobre todo, su fea estética.

Hacer la vida un poco más bonita a los amputados de brazos es la misión del diseñador Mark Nagley, que es de la opinión que con un poco de diseño y un mucho de gusto se pueden salvar las profundas grietas conceptuales de los modelos actuales, más propios de hombres biónicos que de personas humanas que sólo quieren hacer su vida diaria un poco más fácil.

La prótesis de Mark Nagley se basa en un diseño funcional que se apoya en el codo y que se extiende por todo el antebrazo, en forma de una plataforma que permite sujetar vasos o platos, y que acaba en un agujero de vinilo para insertar instrumentos.

Esta plataforma, que es intercambiable con distintos cabezales, está unida a una bisagra de cucharada para colocarla en distintas posiciones, lo que permitirá sujetar cosas con sólo ajustarlas al orificio de vinilo anti-deslizante.

El nuevo brazo está concebido solamente para ayudar en la realización de las tareas de todos los días, como barrer, fregar, llevar la cesta de la compra, o incluso leer un libro o un periódico, lo que hace la vida más fácil y autónoma para el usuario.

Es limpia en sus formas y factible de fabricar en países en desarrollo, donde quizá más necesitan un concepto mayoritario. Y además, no podrán utilizarlas para sus fines las mafias rumanas que usan amputados para pedir limosnas, ya que las monedas se irían por el agujero.

Posibilidades de comercialización: 95%, esa prótesis está pidiendo a gritos que le choquen los cinco!

Fuente: Mark Nagley

Mostrar comentarios