Marca de agua

Una buena noche para anunciar nuevos rumbos de la Corona

Rey Felipe VI
El Rey Felipe VI
EUROPA PRESS

Estaba dudando entre montar esta Nochebuena un foro de debate con cuatro convivientes y dos allegados sobre el dilema monarquía-república, como vaticina Pablo Iglesias que ocurrirá en todos los hogares, o, por el contrario, atender a lo que tenga a bien comunicarnos Felipe VI. Finalmente, haré lo que la inmensa mayoría de los españoles, que está hasta el moño: dejarse de chuminadas y escuchar al Rey con más esmero de lo habitual porque hará algún sabroso anuncio y traerá palabras de consuelo. Un discurso, al fin, sin impostación ni cinismo ni demagogia. Y no miro a nadie.

No será el discurso más importante de su incipiente reinado, título que ganó para la historia el que pronunció el 3 de octubre de 2017 en defensa de la Constitución injuriada por los golpistas en Cataluña. Aquel fue el discurso de la más alta institución en auxilio de la ley y las libertades. El de esta Nochebuena será en amparo de la propia institución, que es otra forma de reforzar la arquitectura constitucional de la casa común. Tal vez necesite algunos más de los 15 minutos que habitualmente duran los mensajes navideños, pero le sobrarán 12 para expresar sin rodeos lo que tiene que anunciar.

En el Gobierno de Sánchez esperan que Felipe VI fustigue a su padre hasta sangrar o que de hinojos entone palabras de contrición. Incluso que ofrezca mansamente su cuello, a juzgar por la grosera presión que han ejercido durante estos días sobre la Casa Real. La abrasiva campaña contra la Monarquía de la extrema izquierda y los separatistas, que han tomado como rehén a Juan Carlos I, ambiciona precisamente interferir el discurso institucional y debilitar su simbolismo como garantía de la unidad nacional. Pero no tiene pinta el Rey de achantarse. Ni de caer en la trampa para elefantes de los socios sanchistas.

Nadie de cuantos le conocen tiene duda alguna de que Don Felipe hará todo lo posible para preservar la continuidad de la Corona, por encima de las personas si fuere necesario. Esta fue la primera lección de responsabilidad que aprendió de su propio padre, el cual se enfrentó en un pulso fratricida a Don Juan precisamente para garantizar la restauración monárquica a la muerte de Franco. La institución, como Jefatura del Estado en una democracia parlamentaria, es encarnada por personas, pero no tiene dueño. Sólo servidores. Así se explican las amargas decisiones personales que en su día tomó Felipe VI en el ámbito familiar. Y que no dudará en seguir tomando.

En razón de todo ello, lo relevante del mensaje navideño no serán las alusiones a las personas, sino las expectativas de reforma institucional que pueda anunciar o sugerir el monarca. Nada mejor que una Nochebuena para realizar un buen anuncio. Tal vez haya llegado el momento de impulsar un desarrollo del Título II de la Constitución, para ir más allá de la mera organización de la Casa Real, del régimen de títulos y honores, de modo que se garantice un mejor funcionamiento, más transparencia y mayor ejemplaridad de la Corona.

Carece de sentido el burladero de la inviolabilidad absoluta, que se confunde con la impunidad, como también resulta ajena a la Constitución la prevalencia del varón sobre la mujer, la ausencia de rendición de cuentas anuales ante el Congreso o las discrecionales funciones de los miembros de la familia real. De lo que se trata, en suma, es de completar el diseño de la Jefatura del Estado, congelado durante 40 años, para que responda más fielmente a las exigencias constitucionales.

Como es preceptivo, esta reforma legislativa es competencia de las Cortes Generales a propuesta del Gobierno, pero lo razonable es esperar a que sea Felipe VI quien la impulse. Seguramente querrán meter cuchara los rufianes, golpistas y demás predicadores de republiqueta, pero cuanto antes se haga la reforma, antes quedarán en evidencia a ojos del ciudadano. Sólo pensar que Iglesias o el mismo Sánchez pudieran ser Jefes de Estado, será suficiente para garantizar una larga vida al Rey.

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