OPINION

La noche que 'murió' Pablo Iglesias y 'resucitó' Pablo Casado

Pablo Iglesias, durante este 26-M
Pablo Iglesias, durante este 26-M
EFE

Tras la debacle de las elecciones generales, el Partido Popular salva los muebles en esta nueva y triple convocatoria electoral, pero los salva con grandes matices y con muchas incógnitas de futuro. De entrada el gran ganador de la noche vuelve a ser el PSOE que se impone en número de votos en las tres elecciones: Europa, municipios y autonomías. La inercia de su buen resultado en las elecciones generales de abril, -fue primero con 123 escaños, frente al segundo, PP con 66-, le ha dado alas para imponerse de nuevo.

Sin embargo, esta victoria tiene un claro damnificado en la izquierda, Unidas Podemos, que se ha convertido en el gran derrotado de la noche. El partido de Pablo Iglesias, y por ende él mismo, se han estrellado siendo el partido que ha sacado los peores resultados. En las municipales los morados han sacado menos votos que el PNV, con 403.654, y el partido de Pablo Iglesias, 358.600. Un dato significativo que representa el gran hundimiento de Podemos, que ha visto como el PSOE le ha comido terreno y votantes en todas las elecciones. Esta claro que la guerra que empezó hace años entre estos dos partidos, se la ha llevado de calle Pedro Sánchez. A partir de ahora corre un gran peligro es el futuro de Pablo Iglesias como líder de su partido.

Otras dos conclusiones importantes de estas elecciones son que el pretendido 'sorpasso' que Ciudadanos pretendía dar a los populares no se ha producido, ni de lejos, y siguen estando a gran distancia en número de votos, es más, el partido de Pablo Casado aumenta su ventaja respecto al de Albert Rivera. Y segunda conclusión, a pesar de la irrupción de nuevos partidos pervive una tendencia clara al bipartidismo, ya que los dos partidos más votados tanto en las europeas como en las municipales y autonómicas siguen siendo PSOE y PP.

En lo que se refiere a las municipales el PSOE consigue más de seis millones y medio de votos, y el segundo, el PP, casi cinco millones. El tercer partido se queda muy lejos de ambos, Ciudadanos sólo logra un millón ochocientos mil votos, un resultado muy por debajo del que obtuvieron las dos fuerzas que representan el bipartidismo en España. Es cierto que la gran estructura territorial que tienen tanto PSOE como PP les facilita estos buenos resultados, pero también queda clara esa tendencia de votar a los dos grandes partidos de la izquierda y la derecha.

De fiesta en Génova

Ayer noche la sede del PP en Madrid, en la calle Génova, estaba de fiesta grande, aunque los resultados generales no eran para tirar cohetes, ya que habían perdido concejales y diputados autonómicos en todas las regiones, y había quedado segundos en las europeas, muy por detrás del PSOE. Sin embargo, el gran bastión de Madrid no sólo no lo perdía el PP sino que recuperaba el poder en el ayuntamiento, siempre teniendo en cuenta que los pactos con Ciudadanos y Vox lleguen a buen puerto. Porque ya se sabe que en las elecciones de ahora, con tantos partidos en liza, no las gana quien saca más papeletas, sino quien suma más votos, y esto es lo que en este caso ha beneficiado al Partido Popular.

Un partido, el de Casado, que respira con más alivio, aunque no sea el vencedor de la noche electoral, pero su listón y, sobre todo, el poder gobernar en Madrid, tanto Comunidad como ayuntamiento, le otorgan cierto aire de vencedor, sobre todo cuando el PSOE sigue perdiendo en Madrid después de tantos años. Este respiro al PP le vendrá muy bien a Pablo Casado, algo cuestionado tras las elecciones generales, para reorganizar el partido y afianzar su liderazgo. La hora de la verdad empieza a partir de hoy.

El PP tendrá que trabajar mucho y bien para recuperar su poder político, pero han conseguido algunos objetivos básicos que le permiten levantar algo la cabeza. Sin olvidar que la lucha por abanderar la oposición y la derecha la ha perdido Albert Rivera, ya que no ha podido recortar distancia ni dar el deseado 'sorpasso' a Casado, más bien todo lo contrario. C’s pincha de nuevo y eso también pone en peligro el futuro de Rivera, en beneficio de una recién llegada a Madrid, Inés Arrimadas.

Por lo que se refiere a Vox, en estas elecciones se ha comprobado que el partido de Santiago Abascal tiene un techo muy bajo, y que incluso se ha desinflado en estos comicios. Sin embargo, a partir de hoy empieza el baile de los pactos, y el PP no lo tendrá nada fácil para llegar a acuerdos con Ciudadanos y Vox, para gobernar por ejemplo la tan deseada plaza de Madrid; aunque es cierto que el partido que no posibilite la gobernanza de la derecha, y que por su culpa el poder se lo lleve la izquierda, quedará penalizado por los votantes y la opinión pública de derechas. Pero esta batalla se la contamos otro día.

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