En mi molesta opinión

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, hace una declaración e prensa para anunciar la convocatoria de elecciones anticipadas, este lunes, en Valladolid.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
EFE

Josep Plá advertía hace décadas de que “el mundo avanza, pero no progresa”. Y a pesar del tiempo descrito todo sigue bastante igual o bastante perdido como decía el propio genio del ‘Empordá'. Además, progresar es prosperar buscando una mejora que nos otorgue alguna solución posible. Sí, ya sé que no es tan fácil conseguirlo, pero la vida no sale al encuentro, ahora la vida busca sus propios intereses y el último que apague la luz, con cuidado de no pillarse los dedos con el precio de la electricidad.

Sin embargo, las últimas bofetadas políticas de Ciudadanos y populares en Castilla y León responden a la perpetua desconfianza de unos seres humanos que no se fían, y en el fondo sólo se apuñalan por pasión advenediza. Seguramente los dos líderes -Mañueco e Igea-, ex socios políticos de PP y Cs hasta las circunstancias, se han traicionado sin saberlo pero intuyendo que ambas cosas podían suceder. Quizá alguno sea más ladino que el otro, pero ninguno se salva ya de este fracaso político: el 13 de febrero habrá nuevas elecciones y ambos seguirán odiándose como si nada. Mientras tanto, Inés Arrimadas, más quemada que la pipa de un indio, ya no sabe cómo implorar la última debacle electoral de los naranjas.

Hubo un tiempo en el que existía cierta nobleza de espíritu para los políticos, aunque sólo fuera de tarde en tarde, y el bien correteaba buscando soluciones. Pero todo aquello terminó como acaban los juguetes rotos. Lo escribió con carne trémula Santos Discépolo y nadie se lo ha discutido hasta la fecha: “Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis y en el dos mil, también (…). Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldá insolente ya no hay quien lo niegue”. Y quien dice el XX añade el XXI, puestos a configurar la verdad nadie da más de sí.

¿Realmente los políticos de hoy son más canallas que los de ayer? Puedo tener mis dudas en algunos casos, pero la inmensa mayoría antes intentaba ajustarse a las normas, y ahora las normas poco importan. Lo que importa es ganar la partida, da lo mismo que el otro caiga desplomado, siempre tendrá la sospecha de que iban a traicionarle cuando menos lo esperara. Lo de Castilla y León ya no tiene solución. Ahora la respuesta la tienen los platos rotos de Andalucía: Juanma Moreno y Juan Marín, presidente del PP y vicepresidente de C’s, deberán dilucidar la verdad, más allá de una confianza ciega, y ser capaces de demostrar que no siempre es imposible la traición.

Sólo la Junta de Andalucía sobrevive camino de un pacto que muy pocos se atreven a garantizar. Será cierto que a Moreno y a Marín no les gustan los numeritos y no se traicionan entre sí. De momento, ambos han escrito que tienen “interés de alargar al máximo la legislatura” ya que la ruptura en Castilla y León "se produce en condiciones y circunstancias que distan mucho de Andalucía”. La vida es dura para todos, aunque algunos siempre compran más números que los demás, con la esperanza de que les toque el gordo de Navidad. Pero no seamos ilusos, ni soñemos con fantasías demasiado animadas; ni Moreno ni Marín son 'Victorio & Lucchino' por mucho traje bien planchado que luzcan. Sí, es cierto que el vicepresidente de Cs ha dicho que el PP andaluz podría estar interesado en concurrir en listas conjuntas a las próximas elecciones; pero ese es otro cantar nada fácil de anunciar y menos en estos tiempos imposibles de prometer.

De momento lo único sólido para Juanma Moreno, verdadero convocante de las elecciones, es prever “entre junio y octubre” la convocatoria autonómica. Aunque son los únicos que siguen siendo leales a sus postulados -PP y C’s-, son los únicos que ofrecen cierto vértigo por no decir algo más. Nadie ignora que la presión afecta a todos, incluido el buen plan andaluz. Si Cs desaparece del mapa en CyL será muy difícil mantener en Andalucía los cuatro o cinco escaños que el barómetro del Centro de Estudios Andaluces les concede, ahora tiene 21 diputados autonómicos, una cifra demasiado amplia para la caída vertiginosa que les espera a los naranjas.

Si jugamos a la ruleta rusa, los resultados del CIS andaluz determinan una subida del PP que pasaría de los 26 escaños actuales a tener 44-46, y sumaría mayoría absoluta con Vox, que se mantendría en 12. El PSOE podría perder hasta dos de los 33 diputados regionales. Podemos lograría entre 11-12 escaños y Andalucía Adelante 2-3. Pero pongamos la marcha atrás, porque los candidatos para primera vuelta son, gusten o no las formas, los candidatos de Castilla y León en unas elecciones ya anunciadas para el 13 de febrero. Pero vistas las cosas, vayan también preparándose porque el próximo año vendrán algunos ‘totum revolutum’ electorales, y algunas elecciones serán algo más que autonómicas, ¿quizá incluso generales? Verdad, Pedro Sánchez. Tiempos difíciles para todos porque 2022 será sin duda un año complejo y nada fácil de domesticar. En fin, a pesar de todo que Dios reparta suerte y algo del bombo… incluso para Inés Arrimadas.

Mostrar comentarios