En mi molesta opinión 

Tamames, el economista incómodo que puede poner de los 'nervios' a Sánchez

El exdiputado en las Cortes Generales y economista, Ramón Tamames
Tamames, el economista incómodo que puede poner de los 'nervios' a Sánchez. 
Ricardo Rubio / Europa Press / ContactoPhoto

En breve nos caerá encima una nueva moción de censura teledirigida por Vox que sólo servirá para que sus señorías chapoteen en el barroso charco de la política, mientras se lanzan cáusticos y venenosos adjetivos, con la insana pretensión de deslumbrar a la masa con algunas triquiñuelas vulgares en lugar de alumbrar a los oyentes -a sus votantes- con un poco de inteligencia y una pizca de sabiduría. Algo nada fácil de escuchar en boca de un líder partidista.

Vivimos tiempos de negacionismo y de escasos ideales en los cuales la dialéctica no fluye con serenidad por la mente de los políticos, ellos prefieren hundir en la miseria al rival, no basta con demostrar que uno es más hábil o tiene un mejor día que su contrario. No, hay que reventar y ridiculizar la fama del que discrepa, y clavarle de paso alguna puñalada trapera, no sea que nuestro antagonista salga vivo y sus ideas resulten tan o más interesantes que las nuestras, y el orgullo y la soberbia se nos vengan abajo y salgamos escaldados.

Esta moción de censura encargada por Vox y que no está muy claro para qué la presentan -todos saben ya cuál será el final de la película-, quizá intente insuflar ánimos a un Gobierno de extrema izquierda en horas bajas por la Ley del 'sí es sí'; o tal vez pretenda que las huestes de Santiago Abascal puedan hacer un poco más de ruido mediático y encontrar así algunos apoyos electorales que hoy por hoy no parecen estar garantizados. Sin embargo, lo más llamativo es que Pedro Sánchez podrá verse las caras con Ramón Tamames, si finalmente el economista y ex miembro del PCE se presenta como candidato de los verdes y el presidente del Ejecutivo se digna a debatir y a ofrecer su réplica en un futuro debate que tendrá lugar en el Congreso de los Diputados.

Tamames es todo un personaje de la cultura y la ciencia económica, los que hayan cumplido más de 30 años sabrán de sus méritos como catedrático, escritor y político. Los que hayan estudiado con la Ley Celaá de Educación deberán buscar en internet para enterarse. Con 89 años bien puestos, el autor de la 'Estructura Económica de España', un clásico escrito en 1960 y que en 2022 ha sido reeditado en su 26ª edición, mantiene una cabeza privilegiada que le ha permitido seguir en activo y escribir cerca de un centenar de libros, además de ser un ilustre profesor de economía, formar parte del Partido Comunista de España hasta 1981, participar en la creación de Izquierda Unida, y llegar a concejal y primer teniente de alcalde de Madrid en 1979 durante el mandato de Tierno Galván, sin olvidar las innumerables aventuras profesionales y políticas que han dado como resultado su vasta cultura, que comparada con la de los políticos actuales parece casi una ofensa.

Haría bien el Gobierno, y especialmente su presidente, en no infravalorar al probable candidato de Vox por su edad. No sólo son sus múltiples méritos, antes mencionados, los que luce, sino su trayectoria de luchador ‘pecero’ que le adorna y le convierte en un hueso incómodo de roer y de convencer. La advertencia no sólo es mía, también la hace un experto y reconocido consultor político, Iván Redondo, exdirector del Gabinete de Presidencia en Moncloa, que escribe en su artículo de ‘La Vanguardia’: “En política profesional, cuando un comentarista quiere perjudicar a un candidato, nunca debería atacarlo, ni subestimarlo. Todo forcejeo o indiferencia fingida atrae al público”.

Para Redondo, más precavido que en otras ocasiones, no hay nada mejor que recurrir a los ‘caramelos envenenados’ y provocar de este modo la indiferencia y el escaso aprecio por el rival: “Está ocurriendo con la moción de censura de Vox que podría liderar Tamames. El mejor modo de no alimentarla hubiera sido el elogio, para hacerla lo más aburrida posible”.

Pero no ha sido así, y lo que ha hecho la izquierda y la extrema izquierda gubernamental ha sido mofarse e ironizar sobre el candidato Tamames, que de momento ha marcado cierto ‘fair play’ escénico, y en todos los medios de comunicación que le han invitado ha sacado a relucir su habitual serenidad pero también su rotunda claridad de planteamientos.

Y si no que se lo pregunten a Xabier Fortes conductor de 'La Noche en 24-H' de TVE que intentó acorralar a Ramón Tamames y este se defendió con fuerza y le bajó los humos con mucho sentido común y bastante inteligencia. Fortes insistía en repetir que Vox era el único partido que se negaba a condenar la dictadura. Hasta que Tamames le replicó con firmeza que atacar el pasado con fines partidistas y espurios no es ético ni democrático, y dejó claro “que la dictadura es un hecho histórico. Es que aquí con esa Memoria Democrática nos quieren decir lo que tenemos que pensar, ¡hombre, ya está bien! Para la Historia están los historiadores, no un señor en una burocracia haciendo lo que le dice su jefe”…

Sirva esta pequeña muestra de un breve rifirrafe con un periodista, para saber lo que puede dar de sí una moción de censura con un viejo luchador comunista como Tamames, de esos que realmente pelearon contra Franco y su dictadura y se jugaron el pellejo; no los otros, esos que aseguran que van a pasar a la historia por haber trasladado desde un helicóptero los huesos del dictador, 47 años después de que este falleciera en su cama.

Recordemos, para no desvirtuar los hechos, la frase literal que pronunció Pedro Sánchez el pasado mes de noviembre de 2022: “Una de las cosas por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador de un gran monumento como el que construyó en el Valle de los Caídos”. Hay gente que lo único que ve a lo largo de su vida es su imagen proyectada en un espejo. Son los que anhelan pasar a la posteridad, sea como sea, pero con letras de oro, el motivo es lo de menos, lo que importa es que los demás aplaudan y les adulen al pasar.

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