OPINION

EPA: el desempleo baja a un 16,5% y Puigdemont y Junqueras a lo suyo

En otras circunstancias la semana pasada los titulares que hubieran copado los medios de comunicación serían: el desempleo, según la EPA, disminuye hasta el 16,5% y los ocupados superan los 19 millones. Luego en la letra pequeña se analizaría la precariedad del empleo o cómo el turismo ha sido el generador de trabajo este verano. Si la situación política fuera la de años anteriores la economía española se encaminaría a los 20 millones de ocupados para finales del 2019. Las cuentas públicas se equilibrarían, se empezaría a rebajar la deuda y las pensiones tendrían un respiro.

Pero España no es un país normal. Está lleno de cainitas. Envidiosos y gente de mira corta que no ven más allá de sus pequeños intereses personales y envidian el bienestar de los demás. Los independentistas con su empequeñecida visión del mundo, su complejo de inferioridad, vestido de supremacismo intelectual y moral, y su incapacidad de engarzarse en proyectos amplios, están a lo suyo.

Bastaba que tuviéramos casi 80 millones de turistas, una buena parte en Cataluña, para que las agencias internacionales, los tour operadores, tengan que avisar a sus clientes que puede haber disturbios y que no es conveniente ir a esos lares. Bastaba con que las condiciones favorables de tipos de interés, precio del petróleo y la política del BCE se ponga un poco más difícil para esta economía, para que ellos creasen inseguridad jurídica en una de las Autonomías más dinámicas. Bastaba con que el consumo interno creciera, para que en Cataluña se retuviese ante el miedo a un corralito necesario en todo proceso independentista.

Su supremacismo y cabezonería les ha llevado al 155. Un artículo necesario, cuya misión era fundamentalmente disuasoria, y que, dada la situación, no hay más remedio que aplicar. Lo complicado es que lo tiene que hacer el centro-derecha y ya se sabe que su fuerte no es

precisamente la comunicación. En la segunda república fue el centro-izquierda el que resolvió contundentemente la situación, sin problemas. A la izquierda se le perdona cualquier cosa. Afortunadamente esta vez el PSOE ha estado a la altura de las circunstancias.

Aprobada la declaración ilegal de Independencia por el Parlament, en unos días veremos cómo se desarrolla la aplicación del 155. No va a ser fácil. Europa está del lado del Gobierno. Los españoles mayoritariamente también. Pero hay que cuidar mucho los medios de comunicación. Lo que está demostrando está crisis es que la realidad virtual es tan o más importante que la real. No se engañen, la batalla no se dará en la calle, ni en los juzgados. Ambos serán piezas a mover

según su utilidad en la campaña de comunicación, cuando no de propaganda. El Gobierno y sus aliados deben actuar con tacto mediático, lo demás se dará por añadidura.

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