Tribunal global

El Dortmund y su cotización en bolsa: ¿vale más una liga o Bellingham?

La cotización del club alemán ha experimentado la semana de mayor volatilidad de la historia tras perder 'in extremis' la Bundesliga que tenía en sus manos pero el mercado de fichajes augura más movimientos.

El Borussia ultima el traspaso de su estrella Jude Bellingham.
El Borussia ultima el traspaso de su estrella Jude Bellingham.
DPA vía Europa Press

Las acciones del Borussia de Dortmund alemán, que cotizan en bolsa, han vivido en los últimos días una auténtica montaña rusa que poco ha tenido que ver con los fundamentales económicos, y sí mucho con las emociones ante los resultados deportivos. La historia comenzó hace dos fines de semana. La victoria del Dortmund a domicilio contra el Augsburgo le situaba en una posición inmejorable para, tras más de una década, acabar con la hegemonía del Bayern Munich y proclamarse campeón de la Bundesliga.

Sólo tenían que ganar su último partido en casa. Parecía difícil que se escapara. Así que el mercado se lanzó a celebrarlo por anticipado y la capitalización del Dortmund subió como la espuma. Desde los 500 millones de euros a los 650 millones. Sin embargo, tratando de explicar nuestra manera de pensar y poner la situación en contexto, “el posible aumento de ingresos por ganar la liga, aunque positivo y bienvenido, debería ser sólo marginal”. Eso poco parecía importarle en ese momento a unos inversores eufóricos.

Pero, como decía Woody Allen, el deporte nos depara finales tan sorprendentes que ni siquiera el cine podría imaginarlos. Y este fin de semana el Dortmund perdió su último partido en casa. Lo que, unido a la victoria del Bayern, le daba finalmente el campeonato al equipo de Munich y enviaba a las lonas el ánimo de los inversores. El lunes, las acciones del Dortmund cayeron un 27% y su capitalización de mercado se dejaba unos 200 millones de euros (más de lo ganado la semana anterior).

El valor más allá del corto plazo

¿Cómo debería reaccionar el inversor paciente ante esta locura? ¿Valía la compañía 150 millones de euros más por la expectativa de ganar el título? ¿Vale ahora 200 millones menos sólo por la derrota? Pues, como resulta sencillo entender, ni una cosa ni la otra. La variación de ingresos dependiente del resultado del partido era tan poco significativa que no justifica en absoluto estos vaivenes. El inversor paciente quizás haya aprovechado para vender algunas acciones la semana pasada y las esté recomprando ahora a un precio muy inferior.

Nosotros invertimos desde hace ya varios años en el Borussia Dortmund (de hecho, es la posición más grande dentro del fondo), pero no lo hacemos en base a la expectativa de que gane o no la Bundesliga cada año. De hecho, lo normal es que habitualmente no lo haga, dado el potencial de su rival. Invertimos porque se trata, en nuestra opinión, de una buena compañía deportiva, bien gestionada y con un balance saneado, cuya capitalización bursátil lleva tiempo sin recoger en absoluto su verdadero valor.

Los fundamentales del fútbol

Pero eso poco parece importarles ahora a muchos inversores. En estas ocasiones, el mercado se mueve más por impulsos y emociones. De hecho, recuerden, por ejemplo, que reaccionó con mucha más alegría a los rumores de un posible fichaje de Cristiano Ronaldo por el Dortmund el verano pasado que a la noticia, aparentemente inminente, de la venta de Jude Bellingham por más de 100 millones de euros al Real Madrid. De nuevo, mientras que el impacto de lo primero hubiera sido mínimo, lo segundo sí que dejará un importante beneficio en las arcas del club.

Cuando se invierte en clubes de fútbol, la creencia común es que existe una dicotomía entre la búsqueda de beneficios económicos y el buen rendimiento deportivo del equipo. Lejos de estar enfrentados, estos dos objetivos deben de ir de la mano. ¿Acaso al inversor de Disney no le preocupa la calidad de las películas? ¿O al de Netflix que gusten las nuevas series? Cuando hablamos de estas compañías, a nadie se le ocurre hacerse este tipo de pregunta. Pero en el fútbol, sí.

Que el Dortmund hubiera ganado la Bundesliga hubiera sido una noticia magnifica (como inversores, ojalá gane muchas), pero con un impacto sobre la valoración de la compañía muy limitado. Al menos si se produce sólo de manera puntual. Algo que, como hemos comentado antes, es lo razonable por el mayor potencial económico del Bayern. Sin embargo, vender por más de 100 millones a un jugador como Bellingham sí tiene un impacto significativo sobre la valoración de la compañía (para ponerlo en contexto, recordemos que, tras la caída, la capitalización de mercado es ahora sólo ligeramente superior a los 450 millones).

Y mucho más si este tipo de ventas se producen de manera recurrente (palabra clave en el mundo de la inversión). Recordemos que, antes de Bellingham, la factoría del Dortmund generó importantes plusvalías con las ventas de Halaand, Dembelé, Pulisic, Sancho, Aubameyang… Puro 'value investing' aplicado a un equipo de fútbol.

Sin entrar a comparar con los múltiplos sobre ventas que se han pagado en operaciones recientes, ¿cuánto vale un club que genera un beneficio operativo anual de más de 100 millones, no tiene deuda, es propietario de su estadio y, además, es capaz de vender a jugadores por importes cercanos a los 80-100 millones de euros cada 2-3 años o incluso menos? Quizás bastante más de lo que piensa ahora mismo el mercado.

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