OPINION

¿Se desacoplará el Ibex del Dow Jones?

¿Se desacoplará el Ibex del Dow Jones? Gráfico 1
¿Se desacoplará el Ibex del Dow Jones? Gráfico 1

El pasado 5 de febrero el Dow Jones registraba la mayor caída en valor absoluto de su historia (-1.175 puntos), aunque no tanto en términos porcentuales, apenas un 4,6%. Lo más llamativo de esta caída es que rompía una espectacular racha de subida del índice estadounidense de un 67% acumulado en dos años: desde los 15.944 del 27 de enero de 2016 a los 26.616 del mismo día de 2018, en que alcanzó un máximo. Ese crash fue la noticia del día en todos los medios y, para algunos, fue un hecho sorprendente.

En mi opinión, resulta mucho más chocante la subida acumulada de la Bolsa americana. ¿Se imaginan al IBEX situándose en los 16.500 en el plazo de dos años? Ante la “sorpresa” por el desplome, se ofrecieron toda suerte de explicaciones:

1. Una es que fueron los “robots” los que provocaron el desplome. Los mecanismos automáticos de “stop loss” se activan cuando las bajadas empiezan a ser significativas y muchos agentes venden, incluso con pérdidas, por si las caídas finalmente son mayores. Al fin y al cabo, ¿qué significa una caída del 4% de algo que ha subido un 67% en dos años? El problema de esta hipótesis es que no explica el movimiento inicial a la baja, sólo su intensidad una vez desatado.

2. Otra hipótesis es que la Bolsa americana se vio contagiada con la caída del valor del Bitcoin, y muchos inversores que habían sufrido pérdidas con esta criptomoneda las compensaron, realizando beneficios de su inversión en la renta variable americana. En mi modesta opinión, esta explicación le da una relevancia al Bitcoin que no creo que tenga. Seguro que esa burbuja ha causado pérdidas sobre los que especularon sobre su interminable ascenso. Pero, ¿son tan importantes como para causar un desplome de las Bolsas mundiales? ¿A cuánto ascienden las pérdidas acumuladas en un año de los que juegan al casino, a las apuestas on-line o al bono-loto?. En el fondo, todos esos juegos no son muy distintos de los que apuestan por las criptomonedas, aunque sus pérdidas son más rápidas, más conocidas y menos discutibles.

3. “Bienvenido Mr. Powell”. El desplome de Wall Street coincidió con el día, e incluso la hora, de la toma de posesión del nuevo Presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, que sustituía a Janet Yellen, que ha seguido una política bastante “dovish” (“paloma”, o política monetaria poco agresiva). Se supone que Powell tiene un perfil mucho más “hawkish” (“halcón”, política monetaria rigurosa) que Yellen y, por tanto, más proclive a subidas intensas de los tipos de interés si la economía sigue la senda prevista. Los mercados, según esta teoría, han mandado un mensaje de advertencia a Powell: “ojo con lo que haces, que te podemos montar una buena”. La teoría, como todas las conspirativas, es muy atractiva. Pero, ¿realmente tienen “los mercados” capacidad de ponerse de acuerdo para lanzar simultáneamente este mensaje? Y, ¿para qué necesita Powell este aviso de los mercados, si tiene a su lado al Presidente Trump con la misma advertencia, un día sí y otro también?

4. La Bolsa americana está muy sobrevalorada y puede ajustar bruscamente en cualquier momento. Esta es la hipótesis que lleva meses defendiendo el premio Nobel, Robert Shiller, y que también he defendido en este mismo diario. Lo relevante desde este punto de vista no es explicar por qué cae una Bolsa sobrevalorada, sino por qué no cae.

El Dow Jones y el IBEX35

La caída del Dow Jones ha afectado a todas las Bolsas y, como no puede ser de otra forma, al IBEX35. La idea que muchos inversores tienen en la cabeza es que todas las Bolsas van de la mano y que, cuando sube Wall Street, sube nuestro IBEX, y análogamente cuando se desploma. Los Gráficos 1 y 2 recogen la evolución de ambos índices de renta variable en lo que llevamos de 2018, tanto en niveles (los índices) como en tasa de variación diaria (en %).

¿Se desacoplará el Ibex del Dow Jones? Gráfico 1
                   
¿Se desacoplará el Ibex del Dow Jones? Gráfico 2
                             

Ambos gráficos parecen confirmar esa idea compartida de una elevada correlación diaria entre ambos índices bursátiles, e incluso se detecta un cierto “retraso” del IBEX35 con respecto al Dow Jones. Es decir, primero se mueve la Bolsa americana y luego lo hace la española, a veces en el mismo día, a veces con un día de retraso. Así, la correlación entre ambos índices en niveles, en lo que llevamos de 2018, ha sido del 85%. Para los puristas que opinen que esa correlación en niveles puede ser espúrea si ambas series tienen tendencia, podemos calcular la correlación de sus tasas de crecimiento, que también es muy importante: un 44%. Y, si introducimos un lag en el Dow Jones, la correlación en tasas es incluso más elevada, el 57%.

Sin embargo, cuando tomamos un período más elevado, dicha correlación se rompe. En el Grafico 3 presento los índices del IBEX35 y del Dow Jones desde principios de 2007, antes de la crisis financiera, hasta hoy. Para facilitar la comparación he eliminado los días en los que no había sesión en Madrid (los 1 de mayo, por ejemplo) y en los que Wall Street permanece cerrada (los 4 de julio, entre otros), de modo que recoge las 2767 observaciones en que ha habido sesión en ambos mercados.

¿Se desacoplará el Ibex del Dow Jones? Gráfico 3
                      

Tal como señala el Gráfico, las bolsas americana y española fueron de la mano desde 2007 a 2011, pero desde esa fecha se desacoplaron. Su correlación a largo plazo ya no sólo no es significativa, sino que incluso es negativa (-3,7%) en el largo período considerado. Y no debe sorprendenrnos. El IBEX, con oscilaciones, lleva prácticamente plano desde 2011, pese a la presunta “buena marcha de la economía” de las que nos hablan una y otra vez. Por el contrario, desde 2011 la Bolsa americana, como ya hemos comentado, ha gozado del mayor “rally” de su historia, más que duplicándose desde ese año (+118%).

Si la hipótesis de “burbuja de la Bolsa americana” que mantiene Shiller se confirma, Wall Street se desplomará. Pero ello no tiene que implicar que la Bolsa española siga este mismo camino. Por el contrario, lo lógico sería que se desacoplaran en la caída, lo mismo que se desacoplaron en la subida. La difícil cuestión para los inversores, por tanto, no es si se desacoplarán o no, sino cúando lo harán.

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