REpowerEU: un nuevo impulso a la política común energética

La invasión de Ucrania por Rusia ha tenido, al menos, dos efectos importantes a nivel multilateral. Primero, ha reactivado la OTAN, amenazada durante los últimos años por falta de presupuesto e incluso apoyo político, particularmente durante la Administración Trump. Segundo, ha acelerado enormemente el debate sobre la necesaria independencia energética de la Unión Europea. Los Veintisiete acaban de acordar un sexto paquete de sanciones que efectivamente resultará en la prohibición del 90% de las importaciones de petróleo ruso a la Unión para finales de 2022, es decir, en apenas 6 meses.

A pesar de las terribles circunstancias que los motivan, estos efectos son positivos para los intereses europeos a medio plazo. La OTAN ha recibido compromisos de actualización y aumento de su dotación financiera y tras años de dudas, Finlandia y Suecia han solicitado formalmente su ingreso en la Alianza. En materia energética, la Unión Europea ha presentado un paquete estratégico y financiero que no hace sino profundizar los objetivos del Pacto Verde de 2020, REPowerEU. Este último punto es clave además para los intereses a medio y largo plazo de España.

REPowerEU busca reducir la sobredependencia europea del gas, petróleo y carbón rusos, acelerando inversiones y reformas relativas a la energía renovable como solución y camino a la autonomía energética. Tiene tres grandes objetivos: impulsar el ahorro de energía, diversificar el suministro de gas y apalancar la energía renovable como base de la independencia energética europea. Este último objetivo confirma la apuesta de la Unión Europea por la transición verde, a la que ya destinan como mínimo el 37% de los Planes Nacionales de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

De hecho, REpowerEU aumenta los objetivos europeos planteados en la estrategia “Fitfor55” para 2030, elevando del 40% al 45% el porcentaje de energías renovables en el mix total, con foco en solar, hidrógeno verde y biometano.

Habrá fondos nuevos para avanzar en estos objetivos. REPowerEU moviliza aporta 20.000 millones de euros que provienen de las recaudaciones por subastas de derechos de emisión. Además, moviliza 225.000 millones de euros de los préstamos ya incluidos en el Fondo de Recuperación y Resiliencia y facilita que se reorienten otros 52.400 millones de euros ya existentes en otras partidas presupuestarias.

Para España, esto supone más recursos para posicionarse como una parte indiscutible del futuro energético de la Unión. A finales del mes de junio España presentará un nuevo capítulo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) que estará dedicado a las medidas propuestas por REpowerEU. Contará con sus propios objetivos, hitos y medidas alrededor de los tres grandes objetivos planteados.

La financiación no será el problema. España podría llegar a movilizar más de 7.000 millones de euros entre lo correspondiente por derechos de emisión y las transferencias voluntarias posibles de fondos de disposición común, a los que podría añadir parte de los fondos que resulten del cálculo actualizado del desempeño real del PIB nacional del año 2021, contemplado en el reglamento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Además, dado que la Comisión abre la puerta a que los Estados Miembros desarrollen medidas complementarias en apoyo a los objetivos de REPowerEU, España podrá incluir en el apartado de reformas incentivos fiscales para impulsar el ahorro de energía y reducir el consumo de combustibles fósiles.

Independientemente del monto final que España decida dedicar a este nuevo capítulo, la oportunidad es clara. El reciente informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) que evalúa las perspectivas mundiales de producción de hidrógeno verde para 2030 y 2050, señala la capacidad de España como productora de hidrógeno verde gracias, que se suma a nuestro posicionamiento en energía solar o eólica.

Demanda del sector privado tampoco faltará. Valga como ejemplo los más de 100 proyectos por valor de 800 millones de euros presentados a una de las convocatorias del PERTE ERHA, dotada con 150 millones de euros. Del mismo modo las solicitudes para conectar a la red eléctrica nuevas instalaciones renovables superan con creces la potencia verde prevista por el Gobierno.

Donde sí hay y habrá retos es en la ejecución de estos fondos, existentes y los adicionales. Son muchos recursos, con requisitos complejos para su acceso y que además están de momento sometidos a límites estrictos en montos de subvención que establece la Comisión Europea por temas de competencia. Si bien estos límites están en proceso de revisión, sobre todo en el marco del hidrógeno, quedan retos importantes por atajar si queremos aprovechar la oportunidad que la visión europea nos brinda como país. Por el lado del sector público debe considerar todas las medidas a su alcance para facilitar trámites administrativos, suministrar información que permita anticipar al sector privado y acelerar la resolución de convocatorias. Por el lado del sector privado, es necesario contribuir a la agilidad administrativa presentando proyectos viables con capacidad de ejecución completa en los plazos que marca Next Generation.

Cuándo la Unión Europea hacía suyo el concepto de “misiones” propuesto por Mariana Mazzucato, muchos dudaban de su capacidad real para promover esfuerzos coordinados y movilizar colaboración público privada frente a algunos de nuestros mayores desafíos. A la vista están años de inacción en materia de innmigracion, o integración bancaria.

En el caso de la transición verde, la Unión Europea está demostrando por fin capacidad de hacer una verdadera política común, alineando visión, regulación, incentivos financieros y fiscales, además de tiempos. REPowerEU supone un nuevo impulso a la política energética común europea, y en el caso de España una oportunidad adicional para posicionarnos como un actor muy relevante en el futuro energético de la Unión.