Cuaderno de venta

BBVA, la crisis turca y las lecciones de una inflación galopante

Sede del Garanti BBVA en Ankara
Sede del Garanti BBVA en Ankara
L. I. / Garanti _/ Archivo

BBVA presentará la semana que viene sus resultados del tercer trimestre ya sin la muleta de su filial en EEUU, ya bajo el paraguas de PNC, su nuevo dueño. A cambio recibió un botín de 9.700 millones de euros que todavía está pendiente de uso. Tras la fallida fusión con Sabadell en 2020, la cúpula del banco está nerviosa por demostrar que puede sacar mayor partido en otros mercados. Turquía, la sorpresa positiva que ha venido pregonando el consejero delegado, Onur Genç, se está tornando en un escenario cada vez más desagradable en lo económico y dantesco en lo político. 

El riesgo dentro del balance de BBVA parece acotado a la pérdida patrimonial del valor de su participación del 49,9% en Garanti Bank, así como la política del banco de gestión descentralizada y con cortafuegos que aislen sus unidades de negocio unas de otras para prevenir contagios. Filosofía de gestión ‘que cada palo aguante su vela’ que, de momento, ha evitado un ‘sálvese quien pueda’ ante la depreciación del 80% de la lira turca desde 2010, una inflación hiperbólica y un gráfico de expansiones y recesiones que parece una montaña rusa. 

La Turquía de 2021 con la que tiene lidiar el segundo mayor banco español está más salvaje que nunca. Registra un crecimiento del IPC que galopa al 20% interanual, un PIB subiendo a ritmos del 21% y una divisa que se arrastra hacia nuevos mínimos históricos y desploma más del 25% desde enero en su cambio contra el euro o el dólar. Pero lo peor está en el plano político con la deriva autoritaria del presidente Recep Tayyip Erdogan. No contento con dar un golpe para blindar su poder con el polémico referéndum de 2017, sus cada vez más frecuentes tics dictatoriales le han llevado a querer gestionar la economía de todo un país conforme a unas creencias trufadas de cuñadismo y un comportamiento que denota nepotismo.

Sus injerencias frente al sentido común en la gestión macroeconómica del país le han llevado a perder cualquier credibilidad ante los inversores internacionales. Si hay que resumir la crisis turca en un solo hecho, ese fue el nombramiento del yerno de Erdogan, Berat Albayrak, como ministro de Finanzas en julio de 2018 y hasta noviembre de 2020. Su sello aparece en decisiones como el intento de anclaje del tipo de cambio, la política de venta de reservas de divisas extranjeras o la inestabilidad de su banco central. 

Los gobernadores de la institución Murat Uysal, Murat Çentinkaya y Naci Agbal han sido fulminados en apenas dos años por intentar hacer su trabajo: poner orden económico dentro de la locura política. La mano de Erdogan y la sombra de su yerno en la toma de decisiones augura que lo peor está por venir, de hecho, se está produciendo ya. El cese de tres altos cargos del banco central críticos con la situación y la decisión de recortar tipos de interés (300 puntos básicos, del 19% al 16%) pese a tener la inflación fuera de control es echar más gasolina al fuego. La economía turca empieza a tener un terrible parecido razonable con la Venezuela de Nicolás Maduro.

Así lleva BBVA sobreviviendo en Turquía once años ya desde que el expresidente Francisco González impulsó la operación y su sucesor Carlos Torres la lideró, entonces como director de estrategia. Ha invertido algo más de 6.900 millones de euros para hacerse con la mitad del Garanti, aunque ahora mismo esa propiedad vale en bolsa apenas 1.700 millones. 

Con el 10% del balance expuesto a un país que vive en un polvorín permanente, la reflexión sobre su presencia en ese mercado se hace cada vez más urgente aunque apunta a un callejón de difícil salida. Ahora bien, si la apuesta por Turquía es tan estratégica como ha defendido la cúpula del banco hasta la fecha, la crisis es la gran oportunidad para ejecutar a derribo la toma de control del Garanti, que cotiza con un 75% de descuento respecto a lo invertido. Al banco español dinero no le falta con la reserva de casi 10.000 millones que tiene por ‘BBVA USA’. Otra vez es ahora o nunca.

Mostrar comentarios