Cuaderno de venta

La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB): que parezca un accidente

La mayor quiebra bancaria en EEUU desde la caída de Washington Mutual (WaMu) en 2008 ha llegado por sorpresa en una de las entidades financieras más solventes y con clientes más adinerados, ¿por qué?

Sede de Silicon Valley Bank (SVB Financial) en Santa Clara, California (EEUU).
Sede de Silicon Valley Bank (SVB Financial) en Santa Clara, California (EEUU).
SVB vía L. I.

Causa de la muerte: asfixia financiera. Nada hacía indicar el trágico desenlace de Silicon Valley Bank (SVB Financial) esta semana, intervenido por la FDIC por una situación de insolvencia e iliquidez sobrevenida en cuestión de horas. Con el cadáver todavía caliente en la mesa del forense, el examen 'postmortem' de la entidad apunta a signos de muerte violenta, con algunos de sus grandes clientes como sospechosos, pero también de un suicidio y negligencia a la hora de gestionar la liquidez y el riesgo del banco. Todavía hay quien no se lo cree porque se trataba de uno de los bancos más solventes, con mejor reputación y mejores clientes de EEUU.

Es la mayor quiebra desde Washington Mutual (Wamu) el 26 de septiembre de 2008,  apenas diez días después del colapso de Lehman Brothers y el rescate de Merrill Lynch por Bank of America. No es comparable a aquellos fatídicos días de efecto dominó, aunque la quiebra del SVB esconde imprevisibles efectos secundarios ante los que hay que extremar la cautela por lo que puede venir en los próximos días. Hay alerta roja en Wall Street porque se teme que la situación de otros bancos pueda ser vulnerable. En parte tiene que ver con la política agresiva de los bancos centrales, pero no debemos pecar de simples, buscar excusas y echar la culpa al empedrado. 

La cerilla que encendió el episodio de pánico entre los clientes del SVB fue el anuncio, en la noche del miércoles, del encargo a Goldman Sachs para un proceso de recapitalización exprés por cerca de 2.200 millones de dólares para reforzar su solvencia. El desplome del 60% en bolsa al día siguiente hizo el resto del trabajoAlgunos de sus más ilustres clientes, al ver el percal, como el Founders Fund del todopoderoso Peter Thiel hicieron una recomendación urgente a sus participadas para que sacasen el dinero. El desastre fue inevitable. Ningún banco del mundo aguantaría en pie 24 horas si sus clientes acuden en masa a retirar su dinero. Ninguno. 

A finales de enero, el SVB había presentado unos resultados en los que se enorgullecía de sus ratios de capital, aunque reconocía que tenía un  ligero descenso en su volumen de depósitos por el freno en las nuevas rondas de financiación a emprendedores y startups. Pero el motivo del agujero que necesitaba tapar no era ese. El banco había incurrido en pérdidas masivas en su balance por la venta de parte de su cartera de bonos del Tesoro para atender a las peticiones de reembolsos y liquidez de sus clientes. 

Como consecuencia del salvaje ciclo al alza de tipos de interés en EEUU, del 0% al 5% en doce meses, los rendimientos de la deuda se han ido elevando y el precio de los bonos -que se mueve de forma inversa a la rentabilidad- bajando. La renta fija es de todo menos fija salvo que se espere hasta el vencimiento. Al parecer, el SVB ha cometido graves errores de cálculo ya que tenido que vender a mitad de camino por las urgencias de liquidez. Lo peor es que, en lugar de realizar una ampliación de capital preventiva, la anunció a posteriori de que trascendiesen sus números rojos. Al nerviosismo de sus clientes se le unió el de sus accionistas en un combo mortal.  

¿Evento de extinción en startups y criptos?

De momento, la autoridad bancaria FDIC ha tomado el control y asegurará los depósitos hasta 250.000 dólares. Todo lo que exceda de esa cantidad se pierde salvo que aparezca un rescatador de última hora que asuma el pasivo, la operativa y recapitalice la entidad. El tiempo se agota para esa solución porque solo un gran banco tiene suficiente estómago y capacidad de reacción para absorber un golpe de ese calibre. Si fuera una empresa bastaría con que Elon Musk o Warren Buffett apareciese con un cheque, pero la banca es otro un terreno en el que no todos pueden ni deben jugar.

El problema crítico del SVB Financial es que casi todos sus usuarios eran grandes clientes con un promedio estimado de 20 millones de dólares por cuenta. Con apenas 17 sucursales, el banco californiano tenía anotados, tiene, depósitos por valor de 175.000 millones de dólares, un equivalente 'grosso modo' en el sector financiero en España, por ejemplo, al que pudieran tener Sabadell o Bankia (pre Caixa), o tres veces Bankinter. En el SVB guardaban su dinero fortunas tecnológicas y su efectivo algunos de los fondos de capital riesgo más reputados. A su vez, la tesorería de cientos de startups tecnológicas se ha esfumado y la supervivencia para muchas de ellas puede ser misión imposible. Hay quien ya lo compara con la caída de un meteorito y un evento de extinción entre las tecnológicas del Valle.

La onda expansiva ha comenzado y ya está golpeando a las criptomonedas en general y, en concreto, a las 'stable coins'. Uno de los nombres que trascendido desde el viernes es Circle Financial, la fintech que está detrás de la moneda estable USDC ligada a Coinbase y que tiene una capitalización de más de 40.000 millones de dólares y ha llegado a perder su anclaje 1 a 1 con el dólar en un evento que evoca al colapso de la stable coin de Terra-Luna. Circle tenía 3.300 millones de dólares en cuentas del SVB Financial como la principal reserva del USDC pero ha asegurado que cuenta con más recursos para respaldar la 'stablecoin', incluyendo la posibilidad de ampliar capital. Si tomamos como referencia lo ocurrido en determinados mercados con Terra y después con FTX, la situación es realmente grave.

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