El 26 de diciembre, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, recibió una carta. En el remite, el nombre de una plataforma, Soria ¡Ya! Y en la misiva, una oferta: Soria ¡Ya! ofrecía pagar el viaje del equipo madrileño a la capital castellana para jugar los octavos de final de la Copa del Rey frente al equipo local, el Numancia. Pero con una condición: Florentino Pérez y sus jugadores debían acudir a Soria en tren.
La carta, irónica, destinada a poner de relieve la falta de infraestructuras en la región, es un grito desesperado. La llamada, en esta ocasión, partió de Soria, pero pudo haber salido de cualquier otra zona de los 268.000 kilómetros cuadrados –la mitad de la superficie de España- que se están quedando vacíos, con tan sólo un 15% de la población.
Los activistas sorianos condensan en su carta toda la amargura, el miedo y la desesperación de quienes ven venir el desastre sin que nadie tome cartas en el asunto. Los sorianos, como los zamoranos, lucenses, leoneses, salmantinos y abulenses forman parte de regiones despobladas y sociedades envejecidas. En las provincias mencionadas, el 25% de la población tiene más de 65 años.
La curva demográfica alarma
La curva demográfica alarma: provincias como Lugo, Palencia, Zamora u Orense –la provincia más envejecida de España- llevan ocho años consecutivos perdiendo población. Lo resumió gráficamente el periodista Sergio Molino, autor de "La España vacía": en amplias zonas de España, como sucede con lobos, linces y osos, los humanos están en peligro de extinción.
El informe Población y despoblación en España 2016 del Instituto Nacional de Estadística pone los números de un problema que no es nuevo pero que se agrava: de los 8.125 municipios que existen en el país, 4.955 tienen menos de 1.000 habitantes; agrupan a un 3% de la población y un 40% del territorio. Y se mueren. Un vacío inmenso que ahoga a ciudadanos convertidos en arquetipos folklóricos a los que sólo parece quedarles el grito desesperado.
Castilla León, Castilla La Mancha, Aragón, Extremadura, el interior de Galicia y algunas zonas del norte de Andalucía constituyen esa "España vacía" que es en sí misma un grito airado dirigido a una Administración sorda que ignora lo que suponen los cambios demográficos y territoriales que vive el país y que transformarán profundamente los modelos productivos de la economía.
Comisionados y comisiones
España tiene un problema y como siempre, se nombran comisionados para que constituyan comisiones. El Gobierno lo hizo en el mes de enero. Nombró a la senadora Edelmira Barreiro (PP), exdirectora adjunta del Gabinete de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, nueva Comisionada del Gobierno frente al reto demográfico.
Ha pasado un año de su nombramiento y nada se sabe de sus trabajos, conclusiones o estrategias. A falta de iniciativas, proliferan como bálsamos de Fierabrás proyectos dudosos para reactivar zonas despobladas. Están basadas casi siempre en el turismo y destacan más si cabe las locuras cometidas en el pasado como el aeropuerto de Huesca que en 2016 utilizaron...95 pasajeros.
Los sorianos han dirigido una carta a Florentino Pérez para aprovechar la atención que despierta el fútbol en general y el Real Madrid de las estrellas en particular. En el palco presidencial del club blanco coincide, casi cada semana, lo más granado del poder económico y político del país. Es poco probable que Florentino Pérez les de a leer la carta recibida desde Soria. Pero no estaría de más. También habla de su futuro.
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