OPINION

En el auténtico Buda-Bar pinchan mucho rap

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"Esta es una vieja historia, una fantasía que del cosmo anhelo. Hey, hey, ¿Cuál es la historia? Se trata del Buda. Hey Brother, escúchame con cuidado! ¿Lo tienes? ¿No? ¿No? Bueno, no hay problema, tómate algo"

Este sutra tan peculiar es el que ejecuta a ritmo de rap el monje budista Tagai, o "Mr. Alegría", como prefiere ser llamado. El monje acoge espectáculos de hip-hop en su templo para atraer a la gente joven a un lugar que es ocupado tradicionalmente por los ancianos. Su mensaje en clave de rap es tan popular que el doble de personas ya visitan su templo desde que lo canta en el altar.

La intención de "MC Alegría" es transmitir su sabiduría a la gente sin basarse sólo en las viejas costumbres, abriendo una nueva forma de difusión de la doctrina de Buda a los jóvenes utilizando un lenguaje fácilmente de entender por ellos.

La antigua religión japonesa está en crisis porque los monjes no llegan a los jóvenes con un mensaje que les traiga alivio espiritual. Japón es el hogar de 75.000 templos, pero ya no se abren más. La Agencia Japonesa para Asuntos Culturales informó que desde el año 2000 cientos de templos se cierran todos los años por falta de fieles.

Por eso el bamboleo de cadera y el agitar de los brazos del monje Tagai, que incluso baja al público a chocar las manos, está siendo la comidilla de la comunidad budista, que se divide entre los que ven este acto un sacrilegio y los que lo observan como un éxito de mensaje para la juventud.

"Yo vine a este mundo para ayudarte a salir del sufrimiento. Mi nombre es Shaka Munibutsu (Siddharta Gautama). Say baby, escúchame. Todo el mundo es mi baby. Estoy aquí para ayudarle a salir del sufrimiento y el dolor... "

El rap es el medio perfecto de comunicación porque los sutras (textos budistas) siguen similares ritmos melódicos, afirma el monje, que también intentó combinar la lectura de las enseñanzas con el acompañamiento de unos bailarines de samba brasileña y una conga con maracas.

Tagai afirma que lo de la samba no funcionó ya que los monjes que le acompañaban eran demasiado rígidos y no seguían nada bien el ritmo. Pero el propósito estaba servido: samba, rap y hip hop para ayudar a romper la cáscara de la ortodoxia religiosa.

Kansho Tagai no es el único monje que recibe a ritmo de hip-hop y se trata con los cachorros del budismo. En el "Bar Monk" en Shinjuku, Zenshin Fujioka sacude su coctelera con el estilo de un Tom Cruise y sirve una copa de varias capas de color rojo, amarillo y rosa, que él llama "el cielo".

Su otra especialidad es "el infierno", una mezcla de vodka picante que sólo un penitente probaría. Zenshin es monje budista y, también, barman.

Casi nadie puede seguir un texto budista antiguo, escrito en un japonés tan complicado que sólo los monjes son capaces de entenderlo. Pero Zenshin cree que la verdadera religión "sucede" mientras sirve las bebidas a sus clientes, hablando con sus invitados sobre sus problemas y relacionándolos con los textos budistas.

El budismo en Japón es una religión que normalmente sólo se experimenta en los funerales, pero en el Bar Monk se han propuesto que también se viva con más chispa en momentos lúdicos, como los que se pasan con un combinado en la mano durante una "Happy Hour".

"Hay una imagen sobre los monjes que se sientan en lo alto de una montaña sin hablar con nadie. Pero es importante que bajan en el mundo secular y vivan la sociedad moderna. Un altar no significa que usted tenga un templo. Un templo es un lugar donde la gente sigue la fe y a Buda, y en vez de un altar puede ser la barra de un bar".

Vía el canal budista

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