OPINION

La estrambótica nomenclatura bíblica de los botellones de champán

botellones
botellones

Todo el mundo sabe que un benjamín de champán es una botella pequeña, apenas un par de tragos, ¿pero sabe Vd. qué es un Nabuconodosor? Pues es una botella de 15 libros de champán, el equivalente a 20 botellas normales (75 cl.) del dorado líquido. Todo un botellón para los cachorros de Davos pero una minucia comparada con la botella Melchizédek, que acoge entre sus gruesas paredes 30 litros de la burbujeante bebida.

Éstas son las denominaciones para las diferentes medidas, cada una igual a uno de los reyes babilónicos:

- Benjamín: de 18,75 cl.

- Magnum: 1,5 l (2 botellas)

- Jeroboam: 3 l (4 botellas)

- Rehoboam: 4,5 l (6 botellas)

- Matusalén: 6 L (8 botellas)

- Salmanazar: 9 L (12 botellas)

- Baltasar: 12 L (16 botellas)

- Nabucodonosor: 15 L (20 botellas)

- Melchor: 18 L (24 botellas)

- Salomón: 20 L (27 botellas)

- Souverain: 26,25 L (35 botellas)

- Primat: 27 L (36 botellas)

- Melchizédec: 30 L (40 botellas)

El botellón de champán lo vende el embotellador francés Drappier por la módica cifra de 4.000 euros. Aunque se ignora el origen de los nombres bíblicos para las grandes botellas de champán en la página web de Drappier nos ofrecen esta explicación:

Cuando nació Jesús los tres reyes magos de Oriente le regalaron presentes suntuosos -oro, incienso y mirra-. Uno de ellos (el negro) era Baltasar, descendiente de reyes babilónicos.

Dado que una botella de champán "es un regalo de excepción para una ocasión excepcional" [y aquí viene la alambicada lógica] los reyes babilónicos -abundantes, remotos, legendarios y poco dados a exigir derechos de imagen- se convirtieron en una nomenclatura atractiva para los cultivadores de finales del siglo pasado.

Nosotros, de cualquier modo, exigimos una botella para Melchor y seguimos prefiriendo el botellón de Passport.

Visto en "No Sin/ No Future", del artista Ryan McGinness.

Mostrar comentarios