A Emilio Botín este año no le van a cuadrar las cuentas. Y más si sus filiales inglesas siguen metiendo la pata de una forma tan estrepitosa. Luke Aldridge, de 26 años, estaba de viaje en Amsterdam a raíz de una disputa con su novio cuando comprobó su saldo bancario y descubrió que le habían metido por error casi 20.000 £ en su cuenta del Abbey.
Maldita casualidad que Lucas, además de tener muy mal genio con los chicos, también lo tenía con las mesas de póker: se pulió 18.200 £ en menos de dos horas en distintos casinos de la capital neerlandesa.
Las investigaciones efectuadas por Abbey, ahora rebautizado como Santander, demostraron que habían transferido por error los fondos de una empresa de construcción a la cuenta de Aldrige.
"'¿Un apostador adicto que pasa unos días sólo en Amsterdam descubre que unos fondos por 20.000 £ ha sido mal colocado en su cuenta? Es una tentación demasiado potente para él", afirmó su abogado en el juicio, antes de admitir ante el tribunal de Shrewsbury ocho cargos de robo.
"Uno podría entender por qué usted no pudo resistir la tentación de tomar el dinero de su cuenta. Pero eso no es una excusa'', dictaminó el juez antes de imponerle 24 meses de libertad vigilada y encomendarle llevar a cabo 150 horas de trabajo no remunerado.
Ni una libra a devolver, que ya las pondrá Botín...
Por cierto, si quieren saber qué pasó con las 1800 libras restantes que Lucas no gastó en el póker, el acusado sólo recuerda que las tenía antes de entrar al último coffee shop, de donde salió sin ellas...pero con colocón digno de una noche inolvidable.
Vía Telégrafo
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