OPINION

Muertes estúpidas de la semana

sopaman
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Strambotic propone tres candidatos para los Premios Darwin, ya saben, ésos que se conceden a las muertes más estúpidas en agradecimiento por mejorar la especie humana al retirar sus genes de carrera de la evolución. Ahí van:

Bronce: Un chaval de 16 años, natural de la ciudad rusa de Kondopoga, se ahorcó accidentalmente mientras rodaba una escena de la película de terror que estaba rodando en su casa. Durante el rodaje de la escena el protagonista despechado (es decir, él mismo) se cuelga de una viga se resbaló y se ahorcó. La policía encontró su cadáver dos días después. La peli ha cambiado de género: de terror a snuff.

Plata: Un trabajador de 36 años de la fábrica de sopa Eraso murió cocido en el gigantesco caldero de sopa juliana mientras intentaba limpiarla. La tapa del caldero se cerró accidentalmente mientras el hombre estaba dentro en el preciso instante en que se llenaba de agua hirviendo para desinfectar el recipiente.

Oro: Samuel Benally, 26 años y natural de Phoenix, que se voló la cabeza mientras daba una clase de seguridad de armas de fuego a la comunidad de vecinos. Sus últimas palabras las pronunció mientras se apuntaba a la sien con un revólver Ruger de 9mm.: "Lo que jamás debe hacerse es apoyar el cañón en la cabeza y apretar el gat..."

Visto en Mosnews, y Nada que hacer con Arbroath.

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