Presunto "zeta" detenido en México confiesa haber asesinado a 75 personas

Monterrey (México), 30 ene.- Las autoridades mexicanas capturaron a Enrique Aurelio Elizondo, alias "el Árabe", un presunto miembro del grupo criminal Los Zetas que confesó haber participado en el asesinato de 75 personas, informaron hoy fuentes oficiales.

El detenido "confesó ser integrante de una célula de Los Zetas que operaba desde hace tres años en los municipios de Cerralvo, Parás, Agualeguas y General Treviño ", ubicados el noreste del estado de Nuevo León, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad estatal, Jorge Domene.

En enero de 2011 Elizondo "participó en la privación ilegal de la libertad y homicidio de 50 pasajeros de un autobús procedente de Reynosa, Tamaulipas (noreste de México), a su paso por la central de autobuses de Cerralvo", precisó.

La célula de Los Zetas a la que pertenecía el detenido secuestró dos autobuses más y asesinó a 44 pasajeros porque sospechaba que podrían ser sicarios rivales del Cartel del Golfo, indicó el funcionario.

Elizondo confesó haber asesinado a varios pasajeros con su fusil de asalto AR15, además de calcinar a otros, sumando un total de 75, pero las autoridades creen que el número de víctimas podría superar los 100.

Los autobuses interurbanos se han convertido en un blanco de Los Zetas, que buscan reclutar a sicarios entre los pasajeros, extorsionar a inmigrantes que se dirigen a Estados Unidos y asesinar a presuntos miembros de carteles rivales.

Los Zetas nacieron como un brazo armado del cartel del Golfo, pero en marzo de 2010 rompieron con esa organización y desde entonces mantienen un cruenta lucha por el control de varias regiones del país que ha dejado numerosas víctimas.

Según Domene, "el Árabe" también confesó el asesinato de una mujer y una niña menor de edad en el municipio de Cerralvo.

La declaración del detenido permitió a las autoridades capturar a otros tres integrantes de su célula y localizar tres lugares donde calcinaban y enterraban los cuerpos, añadió.

Los crímenes relacionados con la delincuencia organizada sumaron en el 2011 alrededor de 2.000 en Nuevo León, donde se calcula que hay más de 300 desaparecidos.