La sede estaba muy vigilada pero no ha servido, según la responsable del bar

  • Lazkao (Guipúzcoa), 23 feb (EFE).- La mujer que regenta el bar de la Casa del Pueblo de Lazkao (Guipúzcoa), atacada esta madrugada con una bomba de ETA que ha causado importantes daños materiales, ha asegurado que últimamente la zona estaba 'muy vigilada' por la Policía, 'pero no ha servido para nada'.

Lazkao (Guipúzcoa), 23 feb (EFE).- La mujer que regenta el bar de la Casa del Pueblo de Lazkao (Guipúzcoa), atacada esta madrugada con una bomba de ETA que ha causado importantes daños materiales, ha asegurado que últimamente la zona estaba "muy vigilada" por la Policía, "pero no ha servido para nada".

María Pilar, encargada del bar de la sede socialista, ha explicado tras el atentado que su marido se fue ayer de este establecimiento a las once de la noche y a la una de la madrugada la Ertzaintza ya estaba en el lugar, tras descubrir una mochila sospechosa en el exterior de la Casa del Pueblo.

Ha recalcado por ello que la vigilancia policial "no ha servido para nada" porque los terroristas "saben cuándo lo tienen que hacer", al tiempo que ha expresado su indignación por lo ocurrido, ya que ella es "euskaldún, del pueblo de Lazkao, igual que ellos", en referencia a los etarras que han planeado este atentado.

Ha puesto de relieve que la sede atacada había sido reabierta hace 21 días tras nueve meses de obras de remodelación, en las que se invirtieron 328.000 euros.

Al comprobar que el bar está "totalmente destrozado", la estructura de la casa "está movida" y el tejado, que estaba nuevo, ha quedado dañado por la explosión, María Pilar ha señalado que los daños materiales no son lo más grave de este atentado.

"El daño material ya se levantará pero a los mayores y a los niños -que residen en el edificio- justo los han podido desalojar. Aquí viven familias que están como todos los obreros, pagando sus pisos, y otros están en paro", ha comentado esta mujer, que considera que los terroristas pretendían "hacer mucho daño" con esta bomba.

Se ha lamentado asimismo de la falta de eficacia de las medidas penitenciarias contra los violentos y los terroristas.

"A nosotros los pobres robamos un jamón y nos meten en la cárcel quince años, y a ellos los meten por una puerta y los sacan por otra, eso es lo que siento", ha concluido.

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