Trasladados 40 presos sospechosos de ordenar vandalismo en el sur de Brasil

  • Las autoridades del estado brasileño de Santa Catarina confirmaron hoy que 40 presos sospechosos de ordenar una ola de vandalismo en esa zona del sur del país han sido transferidos a cárceles de otras regiones.

Brasilia, 16 feb.- Las autoridades del estado brasileño de Santa Catarina confirmaron hoy que 40 presos sospechosos de ordenar una ola de vandalismo en esa zona del sur del país han sido transferidos a cárceles de otras regiones.

El traslado de los detenidos, según fuentes oficiales, ha sido realizado entre la noche del viernes y las primeras horas de hoy, poco después de la llegada a Santa Catarina de 140 agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad, un organismo de seguridad federal especializado en combatir los desórdenes públicos.

Por razones de seguridad, las autoridades no han dado detalles de la operación de traslado ni del destino de los presos, que tampoco han sido identificados.

Pese al despliegue de las tropas federales, durante la madrugada de hoy otros cuatro vehículos fueron incendiados por desconocidos en diferentes barrios de Florianópolis, capital de Santa Catarina y el principal objetivo de los vándalos.

Con esos nuevos ataques, ya suman 106 los atentados cometidos los últimos veinte días, sobre todo contra autobuses de transporte público, la mayoría incendiados por la noche y cuando se encontraban estacionados.

Hasta ahora no ha habido víctimas en ninguno de esos atentados, atribuidos a mafias de narcotraficantes que actúan desde el interior de las prisiones y mantienen contactos con cómplices en el exterior.

La violencia se recrudeció después de que un canal de televisión difundiera imágenes tomadas dentro de una cárcel en las que se ve a un grupo de presos desnudos y en cuclillas cuando eran maltratados por numerosos agentes.

Sin embargo, las autoridades sostienen que la ola de atentados se debe a un endurecimiento de los controles en las prisiones, que ha permitido reducir el ingreso de drogas a los penales.

La inseguridad llevó a que los sindicatos de conductores de autobuses amenazaran con restringir la circulación a partir de las 19.00 horas, aunque finalmente se llegó a un acuerdo que permitió que el servicio se mantuviera hasta la medianoche.

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