El Juez Enrique Paniza "admitió la solicitud de aplicación de una medida cautelar distinta a la detención preventiva" de Mulino porque "no se ha acreditado que el imputado sea una persona peligrosa o que pueda alterar o desaparecer las pruebas o que exista posibilidad de fuga", según un comunicado.
Además, Mulino "padece de varias enfermedades" y "requiere de cuidado especial y evaluaciones médicas periódicas, y nuestros centros carcelarios no cuentan con las estructuras adecuadas para brindarle a los detenidos la atención especializada que requieren", señaló el juez.
Mulino, quien no podrá salir de su país, deberá ahora apersonarse los días 30 de cada mes en los tribunales y residir en su domicilio actual.
De esta forma, Mulino se convierte en el segundo ministro de Martinelli (2009-2014) liberado en los últimos días tras la excarcelación el pasado 26 de febrero de Frank De Lima, exministro de Economía y Finanzas.
De Lima enfrenta acusaciones de peculado en la compra de granos con fondos de un programa social gubernamental por el que también es investigado Martinelli.
Mulino fue detenido en octubre de 2015 por orden de la Fiscalía Tercera Anticorrupción por un contrato firmado en 2010 por el gobierno panameño y la empresa Selex, filial de la italiana Finmeccanica, para la adquisición de 19 radares por 90 millones de euros.
El gobierno de Martinelli firmó contratos con Finmeccanica por 183 millones de euros para la lucha contra el narcotráfico, algunos de los cuales fueron denunciados ante la Corte Suprema de Justicia por el actual gobierno del presidente Juan Carlos Varela por sospechas de sobrecostos.
Sin embargo, Varela anunció el pasado 23 de febrero que su gobierno y el conglomerado Finmeccanica acordaron poner fin a sus disputas judiciales.
El juez Paniza señala ahora que las investigaciones están "en una etapa incipiente" y aún "no se ha examinado" la "posible responsabilidad" de Mulino.
Las compras hechas a Finmeccanica desataron uno de los mayores escándalos del gobierno de Martinelli, ya que fueron realizadas con la mediación del empresario italiano Valter Lavítola, condenado en su país por corrupción internacional.
Varios ministros de Martinelli han sido detenidos por presunta corrupción y enriquecimiento injustificado. El propio Martinelli, quien lleva más de un año fuera del país y con una orden de detención en su contra, enfrenta varias acusaciones de corrupción y espionaje, aunque él las atribuye a una persecución política.
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