Los narcotraficantes mexicanos extienden sus tentáculos hacia toda América

  • Bogotá, 19 mar (EFE).- Los narcotraficantes mexicanos están extendiendo sus tentáculos hacia toda América, donde en algunos países tienen ya una logística muy desarrollada, y los expertos empiezan a temer que su expansión sea imparable.

Bogotá, 19 mar (EFE).- Los narcotraficantes mexicanos están extendiendo sus tentáculos hacia toda América, donde en algunos países tienen ya una logística muy desarrollada, y los expertos empiezan a temer que su expansión sea imparable.

Los carteles mexicanos "están operando en 41 países, están traficando cientos de miles de personas, cientos de miles de armas y tienen un poder económico que va mucho más allá de lo que pensamos", sostuvo recientemente Edgardo Buscaglia, ex asesor de la ONU en temas de narcotráfico.

Según Alberto Islas, de Risk Evaluation, una empresa de análisis de riesgo, los narcos mexicanos han tomado el control del mercado internacional a raíz de la pulverización de los carteles colombianos de Medellín y Cali, así como de la invasión de EE.UU. a Afganistán, que frenó por un tiempo la producción de heroína.

México se ha convertido en el segundo productor mundial de heroína después de Afganistán, dijo Islas a Efe.

El negocio del narcotráfico, en el que participan "directamente" unas 150.000 personas e indirectamente otras 300.000 vinculadas a los cultivos de marihuana y opio, mueve entre 15.000 millones y 25.000 millones de dólares al año en México, según el secretario adjunto para Asuntos Antinarcóticos de EE.UU., David Johnson.

La guerra sin cuartel que libran los carteles rivales entre sí y su combate paralelo contra el despliegue militar y policial sin precedentes puesto en marcha por el Gobierno de Felipe Calderón se saldó el año pasado con una cifra que da escalofríos: más de 5.600 muertos.

En el marco de esa lucha, México se anotó una victoria con la detención ayer de Vicente Zambada, considerado por el Ejército el encargado del control operativo y logístico del cartel de Sinaloa e hijo del capo Ismael "El Mayo" Zambada García, informó hoy el Gobierno.

En Estados Unidos tanto autoridades del Gobierno como jefes militares han reconocido en las últimas semanas que miran cada vez con más preocupación hacia su vecino del sur.

Reportes de inteligencia señalan que los carteles mexicanos tienen presencia en 200 ciudades estadounidenses y el legislador republicano Mark Kirk ha alertado incluso de casos de decapitaciones, práctica habitual de esos grupos, en lugares como Filadelfia, más de 1.000 kilómetros al norte de la zona fronteriza.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, estudia el envío de tropas a la frontera y hablará de la gravedad de la situación con su homólogo Felipe Calderón en su visita a México de mediados de abril, la primera a un país latinoamericano.

Entre las voces que alertan de la propagación de las actividades de los narcos mexicanos figura el responsable de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) en Chile, David Horan, quien dijo recientemente que "viajan por el mundo buscando y comprando los precursores químicos para la producción ilegal de metanfetaminas".

Unos doce mexicanos están detenidos en Argentina acusados de integrar una red de traficantes de efedrina, un precursor químico usado para elaborar drogas de diseño como el éxtasis.

Los investigadores creen que su líder es el mexicano Jesús Martínez Espinoza, que en noviembre fue extraditado desde Paraguay, donde había sido detenido, y sospechan que la banda, a la que se le atribuye el asesinato de tres empresarios argentinos, tiene alguna vinculación con el cartel de Sinaloa.

Al igual que hizo México en 2007, el año pasado Argentina limitó la importación de efedrina y ahora Chile ha decidido restringir la venta de medicamentos que la contengan, después de la detención en el aeropuerto de Santiago de tres mexicanos cuando intentaban sacar del país 100 kilos de esa sustancia.

Mientras el tráfico de efedrina contamina a Suramérica, en Centroamérica el problema lo representan grupos como "Los Zetas", brazo armado del cartel del Golfo, al que se le atribuyen dos matanzas ocurridas en 2008 en Guatemala que dejaron 28 muertos.

Jorge Rojas, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, indicó a Efe que los narcotraficantes colombianos han dejado de transportar la droga hasta México, lo que ha obligado a los carteles de ese país a desplazarse más al sur para recoger los cargamentos enviados por tierra, mar y aire.

En este contexto, Panamá se ha convertido "en un punto logístico de encuentro", principalmente para los carteles de Sinaloa, del Golfo y de Tijuana, según Rafael Guerrero, jefe de Operaciones de la Fiscalía de Drogas de ese país.

En Honduras diversas fuentes e incluso los partidos tradicionales admiten que el narcotráfico podría estar financiando algunas campañas, mientras que en El Salvador está el caso del ex diputado Roberto Carlos Silva Pereira, preso en EE.UU. y relacionado con el cartel del Golfo.

La Policía asestó un golpe contundente al cartel de Sinaloa en 2007 con la captura de 20 miembros de esa organización en Nicaragua y en Uruguay se desmanteló a principios de 2008 una red de narcos dirigida también desde México.

En cuanto a Perú, segundo productor mundial de cocaína, preocupa cada vez más la penetración de los narcotraficantes mexicanos, que según las autoridades han desplazado a los colombianos en los escarpados territorios donde se procesa la hoja de coca.

El presidente Alan García llegó a pedir a su homólogo Felipe Calderón en noviembre pasado el envío de policías antinarcóticos mexicanos a Perú para combatir a esos carteles, de los que dijo que "son realmente salvajes".

Pese a ese "hegemonía" mexicana, los narcos colombianos siguen teniendo su influencia en países como Brasil, donde Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "Chupeta", fue detenido en 2007 y extraditado a EE.UU., y Bolivia, cuya Policía ha detectado laboratorios que producen la cocaína "al estilo colombiano".

Pero si en los noventa era el ya fallecido narcotraficante colombiano Pablo Escobar el que aparecía en la lista de multimillonarios de la revista Forbes, este año tiene un hueco en esa clasificación el mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, capo del cartel de Sinaloa y prófugo desde el 2001.

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