Miguel Ricart, el único condenado por el brutal triple crimen de las niñas de Alcàsser en noviembre de 1992, tiene difícil continuar en la cárcel después del fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que tumba la doctrina Parot en el caso de Inés del Río.
Como le ocurrió a la etarra, que este martes ha salido de la cárcel, a Ricart se le aplicó una nueva liquidación de condena cuando iba a ser excarcelado en mayo de 2011. La acusación popular a través de la asociación Clara Campoamor, presentó un recurso para que se alargara el tiempo en prisión. El Supremo decidió alargarle su estancia en prisión hasta 2023, agarrándose a la doctrina Parot, para que los beneficios penitenciarios se contaran teniendo en cuenta cada una de las penas y no en función del tiempo máximo de estancia en la cárcel, de 30 años en el Código Penal de 1973.
"Se dice que es una sentencia abolicionista, pero es pronto para sacar conclusiones. Es una resolución muy compleja, que genera una situación nueva y que hay que estudiar detenidamente", sostiene la letrada Luisa Ramón, de la asociación. De momento, no tiene constancia que un abogado de oficio haya pedido la revisión del caso de Ricart.
En caso de que así se hiciera, "el trámite es sencillo y podría resolverse en semanas". La abogada insiste en que es prematuro sacar conclusiones, pero advierte de que harán todo lo que estén en la ley para retrasar la salida de la cárcel de Ricart.
"La familia de las víctimas está indignada. Y la gente, que no entiende que salga ya de la cárcel".
Juan Segura, abogado que representa a Rosa Folch, madre de Desiré, sostiene que "no es posible saber aún si afectará el fallo a Ricart", pero avisa que plantearán los mecanismos jurídicos para "impedir su salida o dilatar su estancia en la cárcel".
Miguel Ricart fue el único condenado por el rapto, violación y asesinato de las niñas Miria, Toñi y Desirée el 13 de noviembre de 1993. Le condenaron a 170 años de cárcel, pero antes de la reforma del Código Penal de 2003, el límite máximo de cumplimiento en la prisión era de 30 años. El 'Rubio', el apodo con el que se conoce a Ricart, tiene 44 años y desde enero de 1993 está entre rejas.
Veinte años después del triple crimen, sigue sin conocerse el paradero de Antonio Anglés, considerado el autor material de los crímenes. Anglés se fugó de la cárcel de Picassent tras aprovechar un permiso penitenciario. Su participación en los crímenes se confirmó al descubrirse unos papeles rotos junto al lugar donde estaban enterrados los cuerpos.
Desde entonces se desconoce su paradero y aunque se especuló con que podía haber muerto ahogado en aguas de la costa de Irlanda, su búsqueda ha continuado, sin éxito, por distintos países de Latinoamérica y Europa. Tampoco se conoce aún qué relación tenían las niñas con los acusados.
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