La amenaza anarquista no puede equiparse a la de principios del siglo XX

    • Manuel Aguilera, autor del libro 'Compañeros y Camaradas', afirma que "la crisis ha dado más razones al anarquismo", aunque no cree que haya una amenaza seria como en anteriores siglos.
    • Afirma que, al contrario que en épocas anteriores, ahora los atentados no van "contra las personas ni contra los medios, sino que buscan la repercusión mediática".

Recreación del asesinato de Canalejas
Recreación del asesinato de Canalejas

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha vuelto a poner las miradas en la violencia anarquista. En unas declaraciones este jueves durante un desayuno informativo ha advertido que existe un riesgo de atentado anarquista. Asimismo, ha explicado que existen riesgos de que atentados como el de la Basílica del Pilar puedan repetirse. "Es una prioridad para la Policía", ha dicho.

Las ideas anarquistas están fuertemente vinculadas con la violencia y el terrorismo. Mikhail Bakunin, uno de los padres del anarquismo, creyó en la acción popular violenta para destruir las estructuras del estado capitalista. Es uno de los puntos clave que separa el anarquismo del marxismo.

Según afirma Manuel Aguilera, autor del libro 'Compañeros y Camaradas', la característica diferencial del terrorismo anarquista es que es autónomo y, por lo tanto, más difícil de desarticular. Históricamente, los atentados se han realizado de manera individual, ni siquiera en pequeños grupos, como ETA o GRAPO. España tiene cientos de antecedentes, desde la muerte de 3 presidentes de gobierno, Cánovas del Castillo, Canalejas y Dato, hasta explosiones de bombas en eventos públicos.

Los anarquistas no participan en política, porque solo creen en la fórmula revolucionaria, tradicionalmente violenta. Se justifican en que el Estado no puede tener el monopolio de la violencia y en que el pueblo también tiene derecho a defenderse.

Igualmente, el historiador afirma que el movimiento 15M bebe mucho de los ideales anarquistas como el modelo asambleario, el poder de la calle y no reconocer el poder de las instituciones. "La crisis ha dado más razones al anarquismo. Si estás en paro o tienes un trabajo precario, es más fácil asumir esas ideas".España, Italia y Grecia, los países más anarquistas

El desarrollo del anarquismo ha sido excepcional en España. Ha sido el único país europeo, junto con Ucrania, en la que los ideales de Bakunin han llegado a calar tanto en la sociedad, sobre todo en Cataluña y Aragón. Según afirma Aguilera, dentro del carácter histórico español está la rebeldía, la indisciplina y el recelo hacia la autoridad. "Es algo mediterráneo". Junto con España, Italia y Grecia conforman el triángulo anarquista actual. "En Grecia está todavía más desarrollado que en nuestro país. Miembros anarquistas españoles viajan regularmente a Grecia para tomar ejemplo de cómo se organizan allí y qué método utilizan en sus protestas", dice Aguilera.

Tradicionalmente, el auge anarquista ha estado ligado a la industria de las ciudades. En cambio, su desarrollo rural, se produjo de una manera mucho "más irregular".Ahora los atentados buscan la repercusión mediática

Aguilera establece que el último atentado, el de Zaragoza, rompe con la tradición anarquista y que, de todas formas, no cree que haya una amenaza seria que se pueda equiparar a la de finales del XIX y principios del XX. "Los medios que se utilizan ahora son por lo general pacifistas. Sin embargo, episodios como el de Can Vies y Gamonal lanzan mensajes perversos de que la violencia a veces es útil, en esos casos se ha dado marcha atrás por la violencia".

"Son atentados que no van contra las personas ni contra los medios, son de carácter más simbólico, buscan la repercusión mediática", afirma Aguilera.Principales atentados anarquistas en España

1878: un tonelero, el anarquista Juan Oliva Moncasí dispara hasta tres veces contra el Rey Alfonso XII, a la altura del nº 93 de la calle Mayor, cuando el monarca iba montando a caballo al frente de un sequito militar. El atentado no tuvo efectos sobre el Rey.



1879: Francisco Otero, un panadero anarquista, atenta contra Alfonso XII y su esposa cuando regresaban a palacio después de un paseo por el Retiro. El monarca tuvo mucha suerte, la bala no le alcanzó de milagro en la cabeza.

1893: atentado mediante bomba en la casa de Cánovas, que estalla en las manos del terrorista anarquista que la puso.

1893: atentado de Paulino Pallàs contra el capitán general de Cataluña Martínez Campos. Para festejar el día del santo de la Princesa de Asturias, Martínez Campos había dispuesto un desfile militar en la Gran Vía de Barcelona. Pallás lanzó una bomba a las patas del caballo del capitán general, causándole heridas a él y a los generales Castellví y Clemente y matando al guardia civil Jaime Tous.

1893: atentado Bomba en el Liceo de Barcelona.



1896: durante la tradicional procesión del Corpus Christi en Barcelona, un anarquista lanzó una bomba desde una ventana de un piso alto ocasionando 12 muertos y 44 heridos.

1897: el terrorista a anarquista Michele Angiolillo dispara contra el Presidente del Consejo de Ministros español Antonio Cánovas del Castillo.

1904: el terrorista anarquista Joaquín Miguel Artal atenta contra el Presidente del Consejo de Ministros español Antonio Maura en Barcelona, saliendo prácticamente ileso. En 1910, Maura sufrió un segundo atentado

1906: atentado del terrorista anarquista Mateo Morral contra el rey de España Alfonso XIII en Madrid el día de su boda con Victoria Eugenia. Mueren 28 personas, el Rey sale ileso y resultaron heridas más de 100.



1912: Manuel Pardinas asesina de tres disparos al Presidente del Consejo de Ministros español José Canalejas en Madrid.

1921: atentado mortal contra el Presidente del Consejo de Ministros español Eduardo Dato cometido por los terroristas anarquistas Pedro Mateu Cusidó, Luis Nicolau Fort y Ramón Casanellas Lluch.

1923: asesinato del dirigente sindicalista Salvador Seguí. En represalia son asesinados un ex gobernador civil y el arzobispo de Zaragoza.

1932: sublevación anarquista en Arnedo: 7 muertos y 30 heridos al disolverse una manifestación. Huelga anarquista en la cuenca del Llobregat.

1933: sucesos de Casas Viejas, seguidos de una dura represión. Inicio de un movimiento anarquista revolucionario en diversas zonas de España.

1937: discurso de Juan García Oliver, en esos momentos ministro de Justicia de la República, durante el acto de inauguración del mausoleo de Durruti, Ascaso y Ferrer Guardia en el cementerio de Montjuïc de Barcelona. Oliver alentó al terrorismo para conseguir la victoria del proletariado contra "los pistoleros, la Patronal y el Gobierno".

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