Las fiestas de Coslada (Madrid) han vuelto a estar salpicadas por la polémica también este año. Tras la supuesta agresión el año pasado del concejal de Seguridad, Fernando Atienza, a un anciano que protestaba por las preferentes, esta vez los protagonistas han sido los policías locales y sus mandos.
Los funcionarios responsables de la seguridad de la población están de uñas contra sus superiores. El motivo, que a 27 de estos últimos les han obligado a trabajar durante las fiestas locales, que se han celebrado entre el 6 y el 9 de este mes, a pesar de que les tocaba disfrutar de días libres.
El enfado de los agentes ha hecho que muchos de ellos hayan mostrado públicamente su intención de denunciar ante los tribunales la medida, pero también ha provocado que lleven a cabo medidas de protesta poco ortodoxas. En concreto, varios funcionarios han querido expresar su malestar cortando las comunicaciones a través del walkie talkie que realizan entre los jefes del cuerpo.
Según fuentes municipales, los agentes han boicoteado las transmisiones realizadas por medio de las emisoras durante todos los días que han durado las fiestas, lo que ha provocado las consiguientes molestias para los mandos de la Policía Local de Coslada, que no han podido comunicarse de modo adecuado.
El año pasado, el concejal Atienza propinó presuntamente una patada a un anciano que protestaba por las preferentes junto a un grupo de vecinos. El ciudadano agredido denunció los hechos ante los tribunales y el juicio se celebró el mes pasado. Durante la vista, dos policías locales respaldaron la versión del hombre, de 63 años.
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