Fridman critica al fiscal del caso Zed por asumir la "versión fantasiosa" de Dolset

  • Anticorrupción y los investigadores policiales dan credibilidad al testimonio de Pérez Dolset sobre el plan ruso para hacerse con Zed.
Mijaíl Fridman, primer accionista de Dia.
Mijaíl Fridman, primer accionista de Dia.
L. I. / Letterone

Mijaíl Fridman, principal accionista de LetterOne y dueño indirecto del grupo de supermercados Dia, está recurriendo estos días su imputación en la Audiencia Nacional por la quiebra fraudulenta de Zed, que le ha llamado a declarar el próximo 12 de septiembre en Madrid, aunque ha interpuesto un recurso. El multimillonario quiere evitar a toda costa asistir en calidad de imputado (investigado) y solicitó comparecer en calidad de testigo para que se “permita un mejor conocimiento de la situación que condujo a Zed Wordlwide al concurso”, según el recurso.

La Fiscalía Anticorrupción ha elevado el tiro para resolver el misterio de la quiebra de Zed, una compañía participada por la familia Pérez Dolset, Grupo Planeta, Torreal y Banco Santander, que acabó siendo ejecutada a mediados de 2016 por los propios bancos acreedores tras no cumplir con los pagos de una financiación sindicada por valor de 140 millones. Entre las entidades que financiaron a Zed se encuentran ING, Santander, BBVA, Raiffeissen, HSBC y Amsterdam Trade Bank, filial de Alfa Bank.

Según la fiscalía, los informes de la UDEF y el testimonio principal de Javier Pérez Dolset, Fridman habría maniobrado para asfixiar financieramente a la empresa española con el objetivo de comprarla a precio de saldo una vez en concurso. El informe policial describe una práctica delictiva denominada “reiderstvo” y encaminada a la absorción ilegal de una empresa mediante su bloqueo operativo y financiero.

Los ejecutores (y querellados por Pérez Dolset) fueron Vage Engibaryan, Sergey Gorbuntsov, Vladimir Naumovich Turolevski y Peter Nicholaas Wakkie, todos ellos vinculados de distinta forma a Fridman. Esta versión -que los abogados de la defensa califican como “fantasiosa”- es la que ha llevado a la Fiscalía Anticorrupción a solicitar la presencia como investigado del inversor ruso, principal accionista del holding Letterone y, de forma indirecta, de cientos de activos y empresas por valor de 22.000 millones de dólares. Entre ellos, supermercados Dia.

Otra de esas sociedades es la operadora Veon (antigua Vimpelcom), participada en un 47% por Letterone y una de las principales fuentes de ingresos de Zed entre 2009 y 2015. Otra es Amsterdam Trade Bank, una entidad financiera que también se erigió en acreedora minoritaria de la empresa de los Pérez Dolset a partir de 2014. El fiscal considera que, como cabeza principal de Letterone, Fridman articuló las decisiones que provocaron la insolvencia de la empresa de los Pérez Dolset al rescindir los contratos que Vimpelcom tenía con Zed, a través de su filial Temafon, y de este modo, dejó a la sociedad sin apenas ingresos.

El recurso interpuesto ante el juez García Castellón -que instruye la operación Hanta- considera que “habiéndose constatado que Mikhail Fridman es accionista en una de las entidades financieras prestamistas del grupo Zed, ello nada tiene que ver -siquiera indiciariamente- con una gestión desleal como administrador del patrimonio de Zed”, al tiempo que señala “la absoluta imposibilidad de hacer penalmente responsable a mi defendido –de acuerdo al Derecho vigente- de la insolvencia de la mercantil española Zed”, según narran estas fuentes que han tenido acceso al escrito de la defensa de Fridman.

Además, el escrito se ampara en que ninguno de los hechos investigados sucedió bajo la jurisdicción española ni sus protagonistas eran españoles. También señala que la práctica de 'reiderstvo, raiding' o asalto ilegal de empresa no son constitutivas de delito en el Código penal español. Tacha de insuficientes los datos aportados por la UDEF para situar a Fridman como administrador de Zed+, la matriz holandesa de Zed y acusan a la familia Pérez Dolset de realizar movimientos "indiciariamente delictivos” que resultado decisivas para la insolvencia de la empresa española. “En realidad, da la impresión que el Sr. Fridman sería llamado a declarar porque determinadas personas han pretendido imputarle una serie de conductas para eludir sus propias responsabilidades”, señala el escrito de los abogados en España del multimillonario ruso.

En el citado escrito, los representantes legales en España del dueño de Letterone ponen el foco en los problemas accionariales que tenía Zed con sus “socios españoles” y desacredita la versión de Pérez Dolset, según la cual, la compañía se enfrentó a problemas con “los socios rusos” con los que creó la sociedad en Holanda (Zed+), controlada en un 70% por Zed España y en un 30% por sociedades vinculadas a Fridman a través de Engibaryan. “Si la familia Pérez Dolset creó una apariencia de solvencia inexistente, no puede haber sido un factor decisivo la actuación de los denominados 'socios rusos', apuntan fuentes jurídicas. 

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