Acepta 10 años de cárcel por matar a su hermano de dos disparos en Granada

Granada, 2 feb.- El hombre acusado de matar de dos disparos a su hermano en Alcudia (Granada) ha aceptado hoy diez años de cárcel de los veinte que solicitó inicialmente la Fiscalía, que ha modificado la calificación de los hechos y ha sustituido el delito de asesinato por un homicidio con la atenuante de confesión.

El procesado, Alfonso G.F., ha reconocido hoy la autoría de los disparos y ha aceptado el nuevo relato acordado entre el Ministerio Público y la defensa sobre los hechos, que sucedieron la madrugada del 15 de agosto de 2013 en la vivienda que el acusado compartía con su hermano en Alcudia, en el Valle del Zalabí.

La Fiscalía ha rebajado a la mitad la petición de pena para Alfonso al considerar que los hechos conforman un delito de homicidio y no de asesinato y sumar a la agravante de parentesco la atenuante de confesión.

En la modificación acordada por las partes y aceptada por el procesado se recuerda que los dos hermanos mantenían frecuentes enfrentamientos con insultos y agresiones mutuas, motivadas principalmente por el carácter violento de la víctima.

Los hechos se desencadenaron cuando el acusado regresó a la vivienda después de cenar con unos amigos y la víctima le reprochó la hora de llegada, dando inicio a una discusión que inicialmente fue verbal pero que continuó con violencia física.

Como novedad, el relato ha explicado que la víctima cogió un hacha y que, tras un forcejeo, hirió al procesado en tres ocasiones en el cuello, una agresión que se detuvo cuando recibió una llamada de su pareja, por lo que salió con el teléfono y el arma al exterior de la vivienda.

En ese momento, el acusado cerró la puerta de la vivienda y subió a la planta superior para coger una de sus escopetas, para la que tenía licencia, y dos cartuchos.

La víctima golpeó la puerta y profirió insultos y amenazas al acusado, que al bajar al pasillo se encontró con su hermano ya en el interior de la vivienda y le disparó primero en el abdomen y después en la cabeza, dos disparos que le ocasionaron la muerte inmediata.

La Fiscalía ha subrayado que los disparos los hizo con intención de acabar con la vida de su hermano y que no consta que la víctima tuviera el mismo propósito cuando cogió el hacha.

Después del suceso, Alfonso llamó a la Guardia Civil sin respuesta, por lo que se acercó a un establecimiento y comunicó los hechos a un agente, tras lo que fue detenido.

El procesado ha aceptado ser autor de un delito de homicidio, por el que será condenado a diez años de cárcel en una sentencia que el tribunal de la Sección Primera ha anunciado que hará firme en estos términos.

Pagará además 24.000 euros a la hija de la víctima, a la que no podrá acercarse a menos de 100 metros o comunicarse con ella durante 11 años, y las costas procesales.