El acusado de matar a un hombre en una pensión en Segur de Calafell (Tarragona) niega ser el autor del crimen

  • El hombre acusado de matar a otro en la pensión Molimar de Segur de Calafell la madrugada del 9 de enero de 2004, aseguró al tribunal popular que lo juzga desde hoy en la Audiencia de Tarragona, que él no es el autor del crimen, ya que ese día estaba en casa de sus padres.

TARRAGONA, 31 (EUROPA PRESS) El hombre acusado de matar a otro en la pensión Molimar de Segur de Calafell la madrugada del 9 de enero de 2004, aseguró al tribunal popular que lo juzga desde hoy en la Audiencia de Tarragona, que él no es el autor del crimen, ya que ese día estaba en casa de sus padres. El procesado, Jesús C.G., un vecino de Torremolinos (Málaga), subrayó que sólo estuvo registrado un día de diciembre en la pensión Molimar, es decir, antes de que sucedieran los hechos, y agregó que no conocía a la víctima, Sebastián C.J., aunque admitió que pudo cruzarse con ella porque que también se alojaba en la pensión. Varios testigos que trabajaban en un bar próximo afirmaron que, sobre las 23 horas de la noche de los hechos, vieron como la víctima y un marroquí se discutían mientras iban hacia la pensión, que estaba al lado, y al poco oyeron un golpe en el interior del edificio, "como si cayera algo". Por su parte, la mujer procesada en calidad de cómplice, Tamara C.M., declaró que, al ver que Sebastián C.J. revolvía sus cosas de la habitación, Jesús C.G. le golpeó de forma "salvaje", le dejó en la habitación y se marchó de la pensión después de tirar la llave por una terraza. Tamara C.M. explicó que la víctima no se defendió y que ella no pudo intervenir en la pelea porque se quedó "bloqueada" ni denunció los hechos porque el acusado la amenazó. Jesús C.G. admitió que conocía a Tamara C.M. ya que intercambiaban "droga por sexo" aunque ella matizó que sólo mantuvieron relaciones sexuales "por placer" durante dos semanas, hasta el día después del crimen, momento en el que se acabó la relación. Los dos acusados reconocieron que tenían antecedentes por otros delitos y que eran consumidores habituales de droga. De hecho, la acusada reconoció que había visto a Sebastián C.J. en la estación de tren, lugar donde acostumbraban a encontrarse los toxicómanos. Hoy también declaró Molimar la propietaria de la pensión, que fue quien encontró el cadáver sobre las 11 horas del 9 de enero. La mujer dijo no recordar que nadie saliera del establecimiento ese día. La Fiscalía y la acusación particular piden, además de una indemnización de 100.000 y 165.000 euros para la familia de la víctima, respectivamente, una pena de 13 años de prisión por un delito de homicidio para Jesús C.G., y ocho años de cárcel para Tamara C.M. por complicidad. La defensa del acusado sostiene que no hay pruebas contra su cliente excepto la confesión de Tamara C.M. que, según Jesús C.G., está encubriendo al auténtico homicida.

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