"Debemos recordar los horrores pasados para darnos conocimiento y fuerza para rechazar a aquellos que buscan revivir aquellas ideologías. La UE está construida en los valores comunes de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el Estado de Derecho y la democracia, y en el rechazo del nacionalismo extremo. Nunca debemos pensar que estos derechos y libertades están garantizados. Nos comprometemos a luchar por ellos todos los días", ha señalado Bruselas.
En un comunicado conjunto, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, y la comisaria de Justicia, Vera Jourova, han recordado que el 23 de agosto de 1939 se firmó el acuerdo Molotov-Ribbentrop entre la Alemania nazi y la Unión Soviética, un acto que "supuso el comienzo de uno de los periodos más oscuros" de Europa.
"El extremismo, el nacionalismo, la xenofobia y el odio todavía se pueden escuchar en Europa. Tener estos recuerdos vivos no es sólo un tributo a las víctimas, sino también una forma de asegurar que estas ideologías son rechazadas con contundencia y tales atrocidades nunca ocurran de nuevo", han defendido.
"Continuamos firmes en nuestra defensa de la democracia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales en Europa y en el mundo. No hay lugar en la UE para el extremismo, la intolerancia y la opresión", sentencia el texto.
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