Ana Botella cumple su primer año en la Alcaldía, marcado por el Madrid Arena

Eduardo Sobreviela

Madrid, 26 dic.- Ana Botella cumple mañana su primer año en la Alcaldía de Madrid, marcado por la muerte de cinco jóvenes en una fiesta concierto celebrada en el pabellón municipal Madrid Arena el pasado 1 de noviembre, en la noche de Halloween.

Esta tragedia ha provocado hasta ahora la dimisión de un miembro del Gobierno de Botella, el entonces delegado de Economía, Pedro Calvo, como responsable de la empresa municipal que gestiona el recinto, Madrid Espacios y Congresos (Madridec), y el cese de dos directivos de esta sociedad por no comunicar que existía un acuerdo de exclusividad con la empresa promotora de la fiesta.

También ha propiciado la apertura de un proceso judicial, en el que están imputados cuatro responsables de Madridec, y una comisión de investigación, cerrada tras solo tres jornadas de comparecencias, en la que el PP, con mayoría absoluta, ha concluido que el pabellón era seguro pero la organizadora de la fiesta, la empresa Diviertt, hizo un "mal uso" de él al vender miles de entradas por encima del aforo.

Aquellos sucesos han provocado el cierre del Madrid Arena y de otros dos recintos municipales -el Palacio Municipal de Congresos y el Pabellón de Cristal- y una polémica que ha alcanzado a la alcaldesa y a su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, señalado por su relación de "conocimiento" con el empresario promotor de la fiesta, Miguel Ángel Flores.

El pasado día 5, la alcaldesa pidió "disculpas" públicamente a los madrileños "porque nunca Madrid Espacios y Congresos debía haber confiado en Diviertt" para organizar un "macroevento" de las características de la fiesta de la madrugada del pasado 1 de noviembre, en la que una avalancha causó la muerte de las cinco jóvenes.

Aquellos sucesos han ensombrecido el primer año de Ana Botella como alcaldesa, marcado hasta entonces por la búsqueda del equilibrio entre el recorte de gastos derivado de la crisis y la voluntad de mantener los servicios esenciales.

Mucho antes de los sucesos del Madrid Arena, el 13 de abril, Botella se reunió en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para expresarle su apoyo a las reformas emprendidas por el Ejecutivo para salir de la crisis y garantizarle el aplazamiento de cualquier exigencia que supusiera poner en riesgo la recuperación.

Ana Botella llevaba entonces en la Alcaldía poco más de los cien días que se suelen conceder de margen a los gobernantes, desde que, el 27 de diciembre de 2011, tomó posesión del cargo que acababa de dejar el nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

Ante su esposo, el expresidente del Gobierno José María Aznar, dos de sus hijos y cinco ministros de Rajoy, Botella prometió que gobernaría la ciudad con austeridad pero también que lo haría, "en primer lugar", pensando en los más desfavorecidos, en los mayores, los desempleados, los que viven solos y los excluidos.

Para ello contaba con un presupuesto, elaborado por el equipo de Gallardón y aprobado el 22 de diciembre -el mismo día que el nuevo ministro de Justicia renunció a la Alcaldía-, que fijaba su capacidad de gasto en 3.879,29 millones de euros, un 4,1 % menos que el ejercicio anterior pero todavía algo más de 10,6 millones al día.

Sin embargo, el 26 de enero acordó la no disponibilidad de 3,4 millones de euros, el 10 de mayo consolidó definitivamente la misma condición para otros 125,5 millones y el 27 de septiembre hizo lo mismo con otros 50,8 millones, hasta un total de 179,7 millones detraídos de las cuentas inicialmente aprobadas.

Estos recortes motivaron de inmediato protestas de los funcionarios y de los sindicatos que los representan, que han protestado en multitud de ocasiones en la calle vestidos de negro.

Antes de cumplir su aniversario en la Alcaldía, Botella ha podido aprobar sus primeros presupuestos, los de 2013, con otro recorte de 174,5 millones de euros, el 3,90 %, sobre el disponible finalmente de este año, hasta quedar en 4.301 millones.