El hombre, de 86 años, falleció el pasado 11 de julio en su domicilio. Dos familiares que estaban con él avisaron a la Guardia Civil, que activó el correspondiente protocolo.
Así, se desplazaron al lugar agentes de la Benemérita, el forense y personal judicial. En la primera inspección que realizaron los efectivos de Policía Judicial no observaron "ningún tipo de indicios" que apuntaran a una muerte violenta y a que el hombre -nacido en septiembre de 1930- hubiera podido ser víctima de un homicidio o de un asesinato.
El cuerpo fue trasladado al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para la realización de la autopsia. Durante la misma, el forense encontró una serie de lesiones que son las que han dado lugar a la apertura de una investigación por presunto homicidio.
La Benemérita tomó declaración a las dos personas que estaban en el domicilio en calidad de presuntos autores de homicidio, por su supuesta relación con los hechos, y las diligencias se entregaron a principios al juzgado, que investiga a dos personas y ha llamado a declarar a los testigos.
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