Así es la celda en la que vive Breivik, el asesino más sangriento de la historia noruega reciente

  • El autor de las matanzas de Utoya y Oslo en el verano de 2011 vive entre tres habitaciones de 8 metros cuadrados cada una, con acceso a un ordenador y una cinta para correr.

Anders Behring Breivik ha sido condenado hoy por el tribunal de Oslo a 21 años de cárcel por la muerte de 77 personas, prorrogables si consideran que resulta peligroso cuando se cumpla ese tiempo (también establecen que debe cumplir al menos diez años).

El condenado de 33 años, que lleva encerrado desde el verano de 2011, cumple condena en un centro de máxima seguridad, pero en una celda con unas características muy peculiares. Se trata de la prisión de Ila, en la localidad de Baerum, un municipio a las afueras de Oslo.

¿Cómo es la celda de Breivik en la prisión de Ila?

El ultraderechista Breivik tiene acceso a tres habitaciones distintas -cada una de ellas es de 8 metros cuadrados-, así como a un patio. Estas tres celdas en las que vive Breivik tienen funciones muy distintas.

Un dormitorio, una pequeña sala que hace las veces de gimnasio -con una cinta para correr- y un cuarto con un ordenador son los tres lugares a los que el asesino confeso más famoso de Noruega puede acceder. El patio está rodeado por altos muros de hormigón y cubierto por alambre de púas, como medida de seguridad.--Más información: Breivik ya es el prisionero más caro de la historia noruega--

Con lo descrito hasta ahora, parece que Brevik no tiene motivos para quejarse. Sin embargo, al estar dentro del régimen de alta seguridad, no puede comunicarse con los demás presos ni disfrutar de sus comodidades: salas de estar con sofás y sillones acompañados de la televisión, talleres para aprender una profesión o un cómodo cuarto con librería que más bien parece recordar a la habitación de un joven en una vivienda media española.

Cuanta más comunicación, menos salas de uso personal

La prisión de Ila cuenta con dos tipos de prisioneros: los comunes y los considerados como peligrosos -como Breivik-, que están en un régimen de seguridad mucho más estricto.

Mientras que los presos regulares tienen actividades educativas y asisten a programas de trabajo, los reos peligrosos no tienen la oportunidad de hablar con los demás internos. Breivik solo se comunica con los empleados de la prisión para recibir comida y asistencia médica.

Pero las diferencias entre los presos comunes y los del régimen de alta seguridad no se limitan solo al ámbito comunicativo.

Los internos regulares viven en una celda más grande, de 8,9 metros cuadrados, mientras que Breivik lo hace en una de 8, aunque tiene otras dos habitaciones para su uso personal y no así los demás presos.

Los prisioneros considerados como no peligrosos comparten baño, ducha, cocina y sala de estar, algo por lo que no tiene que pasar Breivik. También tienen un gimnasio, una sala de música y una biblioteca.--Más información: Breivik pide perdón por no haber matado a más gente--

La historia de la prisión: Ila albergó presos en contra del III Reich

La prisión de Ila, construida en 1938, fue concebida en un primer momento como una cárcel para mujeres, pero el proyecto se descartó cuando los alemanes ocuparon Noruega durante la II Guerra Mundial a partir de 1940.

Lo curioso es que el Breivik, ultraderechista y conservador, está encarcelado en el mismo lugar en el que los nazis encerraron a los prisioneros de guerra noruegos.

Con la caída del régimen nazi, la cárcel fue se reinauguró en 1963 y a partir de 1976 Ila se convirtió un centro penitenciario estatal.

No es 100% seguro que siga en Ila

Hay que tener en cuenta que, si bien Breivik lleva desde el año pasado en Ila, no es seguro que siga cumpliendo allí su condena tras la sentencia del tribunal de Oslo.

Lainformacion.com se ha puesto en contacto con la prisión, que no ha podido confirmar si Breivik seguirá cumpliendo condena allí o lo trasladarán a otro centro penitenciario. De hecho, entre las opciones que se barajaban el verano pasado tras su detención, se habló también de la prisión de Halden Fengsel, una de las prisiones más progresistas del mundo.

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