"La operación en Pulwama ha terminado y los tres terroristas han muerto. Su identidad y filiación están siendo investigadas", ha indicado un oficial, citado por la cadena de televisión local NDTV.
El ataque contra el complejo policial se saldó con la muerte de al menos ocho miembros de las fuerzas de seguridad indias (cuatro policías y cuatro paramilitares), así como de dos de los atacantes.
Este asalto rompe meses de tensa calma en la Cachemira india desde que septiembre del año pasado estas milicias, que según el Gobierno de Nueva Delhi están financiadas por Pakistán --lo que niega Islamabad--, lanzaran uno de los mayores ataques en la región, cuando decenas de guerrilleros irrumpieron en una base militar fronteriza en la localidad de Uri, situada en la llamada Línea de Control, donde mataron a 18 personas, entre militares y personal civil de la base.
Desde entonces, las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas indias han costado las vidas de 134 milicianos, entre ellos siete altos comandantes, la mayor parte de los cuales han sido eliminados en los dos últimos meses tras un importante despliegue que comenzó a principios de verano en el sur de la región, a lo largo de la frontera.
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