Atentado.- La investigación apunta a que los terroristas compraron la tarjeta prepago en Madrid

  • Las llamadas de advertencia se realizaron a tan sólo un kilómetro de donde habían aparcado la furgoneta

Las llamadas de advertencia se realizaron a tan sólo un kilómetro de donde habían aparcado la furgoneta MADRID, 9 (EUROPA PRESS) La investigación puesta en marcha inmediatamente después del atentado de esta mañana apunta a que la tarjeta prepago utilizada para telefonear advirtiendo de la colocación del coche-bomba en Ifema fue adquirida en un establecimiento comercial de Madrid, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. Por otra parte, la llamada por la que avisaron a los servicios de emergencia de que la explosión iba a producirse a las 9:00 fue realizada desde tan sólo un kilómetro de distancia de donde acababan de aparcar la furgoneta-bomba. Según esto, al menos un terrorista aparcó poco antes de las siete y media de la mañana la Peugeot Partner en la calle Ribera del Loira 42. Entonces, se bajó del vehículo, subió a un segundo coche y a los pocos minutos, ya en la autopista de Barcelona, realizó la primera llamada de aviso a los Bomberos de la Comunidad de Madrid en nombre de ETA, con registro de entrada a las 7:34. Ahora los investigadores intentan reconstruir las horas previas al atentado. Por el momento, tienen la seguridad de que el vehículo fue robado en la localidad de Navalagamella (noroeste de Madrid) a partir de las 00:30 horas de hoy y que los terroristas no le doblaron las placas de matrícula. El dueño de la furgoneta es un joven de 26 años que había trabajado la jornada del domingo a cientos de kilómetros de su casa, como técnico de sonido, en la retransmisión de un evento deportivo. Aparcó el vehículo pasadas las doce de la noche a escasos metros de su casa, un chalet como el resto de las edificaciones que ocupan la calle, sin comercios y poco transitada. Una llamada de la Policía le despertó a la mañana siguiente para informarle de que su coche había sido robado por ETA y que de él ya sólo quedaba un amasijo de hierros. "Otras veces tengo material del trabajo y otras cosas en el coche, pero anoche la furgoneta estaba vacía", declaró a Europa Press. La explosión produjo un cráter de tres metros de ancho y uno de profundidad y causó graves daños materiales en varios edificios y más de sesenta coches. Los expertos de la Comisaría General de Policía Científica trabajan ya en el estudio de los restos recogidos y en 48 horas podrán concluir qué material ha sido utilizado y, a partir de ahí, la cantidad empleada en esta ocasión por ETA, precisaron las fuentes consultadas.

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