Señalan graves fallas en reacción de autoridades a ataque en aeropuerto L.A.

  • Un informe dado a conocer hoy destacó serias fallas de comunicación entre las agencias de seguridad del aeropuerto de Los Ángeles, que impidieron una respuesta rápida de las autoridades ante el ataque ocurrido el año anterior y que costó la vida a un agente de seguridad hispano.

Los Ángeles (EE.UU.), 18 mar.- Un informe dado a conocer hoy destacó serias fallas de comunicación entre las agencias de seguridad del aeropuerto de Los Ángeles, que impidieron una respuesta rápida de las autoridades ante el ataque ocurrido el año anterior y que costó la vida a un agente de seguridad hispano.

"Tenemos suerte de que ese tiroteo no haya costado más vidas", enfatizó el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, en una conferencia de prensa al comentar las fallas denunciadas por el reporte, solicitado por la Junta de Comisionados del Aeropuerto de Los Ángeles.

"La falla más grande fue la falta de comunicación", destacó el alcalde mientras resaltaba que las radios de comunicación de las distintas agencias que respondieron al ataque no pudieron intercomunicarse.

El informe de Los Angeles World Airport señaló que "las informaciones del reporte indican la necesidad de tener una aproximación más enfocada en el riesgo para la seguridad y la preparación".

Destacando que las autoridades aeroportuarias y de la policía de Los Ángeles respondieron con valentía y profesionalismo, el informe, basado en las fallas encontradas, recomienda el desarrollo de un plan integral que incluya un mejor sistema de "notificación pública masiva".

El pasado 1 noviembre del 2013, alrededor de las 9.20 de la mañana, Paul Anthony Ciancia, de 23 años, entró a un área de registro reservada para pasajeros en el Terminal 3 del aeropuerto de Los Ángeles y disparó contra Gerardo Hernández, agente hispano de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), hiriéndolo mortalmente.

Utilizando un rifle semiautomático MP15 Smith & Wesson calibre 223, según la investigación, Ciancia continuó disparando contra otros agentes y pasajeros antes de ser herido y desarmado por la policía del aeropuerto.

Hernández, un salvadoreño de 39 años, a quienes sus compañeros y familiares destacaron por su buen humor y su amor por la familia, fue el primer agente de la TSA muerto en servicio.

Mostrar comentarios