Se cumplen diez años del asesinato de Manuel Giménez Abad a manos de ETA

  • Zaragoza.- Hoy se cumplen diez años del asesinato, a manos de ETA en Zaragoza, del que fuera presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, y en un emotivo acto organizado por las Cortes y la fundación que lleva su nombre, su hijo menor, Borja, ha dicho que si ETA buscaba asesinar los valores que guiaron la vida de su padre, su macabra labor "fue en vano".

Se cumplen diez años del asesinato de Manuel Giménez Abad a manos de ETA
Se cumplen diez años del asesinato de Manuel Giménez Abad a manos de ETA

Zaragoza.- Hoy se cumplen diez años del asesinato, a manos de ETA en Zaragoza, del que fuera presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, y en un emotivo acto organizado por las Cortes y la fundación que lleva su nombre, su hijo menor, Borja, ha dicho que si ETA buscaba asesinar los valores que guiaron la vida de su padre, su macabra labor "fue en vano".

Borja acompañaba a su padre a la Romareda, donde jugaba ese domingo el Real Zaragoza, cuando unos sicarios de ETA acabaron con su vida al dispararle por la espalda, y desde entonces su hijo pequeño apenas había hablado en público de aquel momento.

Hoy, en un emocionante acto, ha intervenido para recordar la vida de su padre, "que fue feliz", que compartieron "muchas cosas", "y del profundo esfuerzo que ha hecho la sociedad por mantener vivo su recuerdo", así como de su paso por la política, en la que creía "con mayúsculas" y de la que hablaba como si fuera un sueño.

La familia, ha agregado, quiere justicia y no venganza, y por eso él y su hermano, Manuel Giménez Larraz, se "aferran" a los valores que él les inculcó.

También ha intervenido, emocionado, su hermano mayor, presidente de la fundación que lleva su nombre y que se creó por acuerdo de los cinco grupos parlamentarios de las Cortes, al año de su muerte, para impulsar los estudios sobre el estado autonómico y la descentralización política.

Manuel ha enfatizado que hoy se cumplen diez años desde que unos asesinos "se arrogaron el derecho de disparar contra su vida", y eso supone "diez años sin montes que subir, sin ríos que vadear, sin palabras, sin ideas", en alusión a la pasión que Giménez Abad sentía por el montañismo.

Y no sólo asesinaron a un político "vocacional y honrado a un buen hombre, a un buen padre y a una buena persona", sino que también fueron contra la capacidad de los aragoneses de decidir democráticamente a sus representantes.

Ha recordado la manifestación que el 7 de mayo de 2001 recorrió las calles de Zaragoza y que unió a 400.000 personas encabezadas por la mujer de Giménez Abad, Ana Larraz, y en la que la familia descubrió que su "tragedia" no era sólo suya, sino de "toda la sociedad aragonesa, que se mostró dispuesta a recoger el testigo de los valores" del político asesinado.

El dolor es "privado y diario", ha añadido, pero existe un "compromiso evidente" para que su memoria política no se pierda, representado en la Fundación que, ha considerado Manuel Giménez Larraz, no habría sido posible en otro lugar distinto a Aragón.

"Ser familia de una víctima del terrorismo es terrible", ha apuntado, pero más lo es en los lugares "donde tienen voz quienes representan a los terroristas".

En estos momentos de "cierta desafección política", el comportamiento de los grupos políticos en torno a la memoria de Giménez Abad ha sido "modélico", como también lo está siendo con el recientemente fallecido José Antonio Labordeta, ha reconocido.

Ahora ETA languidece, ha dicho, pero ha producido muchos daños que ya no podrán repararse, como la muerte de su padre, ha lamentado.

El acto ha contado con la intervención de los portavoces de los cinco grupos parlamentarios, que han leído sendos poemas elegidos personalmente por cada uno de ellos, de José Antonio Rey del Corral, Ángel González, Ángel Guinda, Paul Eluard y Eduardo Galeano.

Y también de Blanca Faci Giménez, sobrina de Manuel, y de Modesto Pascau, presidente de PRAMES y compañero de cordada del político asesinado, quienes han recordado sus vivencias personales.

El presidente de las Cortes, Francisco Pina, ha resaltado el principal objetivo de la Fundación, que es impedir que el olvido ganase la batalla.

"Evocar a Manolo es evocar la mejor imagen de la amistad", ha enfatizado Pina.

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