Aznar no está dispuesto a crear un nuevo partido, pero sí a incordiar a Rajoy

  • Aznar vive obsesionado consigo mismo, con su imagen y con su arrinconado prestigio, que ahora intenta reverdecer más allá del Partido Popular. Aunque Rajoy parece dormir a pierna suelta.

    El lunes tuvo un aperitivo. El plato fuerte llega el jueves cuando lance desde la fundación que preside, Faes, un gran ideario político bajo el título: “Ideas para la sociedad española”.

Esperanza Aguirre asegura que "Aznar nunca irá contra el PP, ni el PP irá contra Aznar"
Esperanza Aguirre asegura que "Aznar nunca irá contra el PP, ni el PP irá contra Aznar"
EUROPA PRESS
José Luis Roig / @joseluisroig
José Luis Roig / @joseluisroig

El año empieza como acabó: con Aznar tocándole las narices a Rajoy. Y no es que el ex presidente del Gobierno viva obsesionado con los constantes desplantes del actual presidente del Ejecutivo, que también; pero sobre todo, Jose María Aznar vive obsesionado consigo mismo, con su imagen y con su arrinconado prestigio, que ahora intenta reverdecer más allá del Partido Popular.

El lunes tuvo su primer acto público tras la renuncia a la presidencia honorífica del PP, y fue en Valencia con los empresarios de aquella comunidad. No hubo ataques directos pero sí algunas puyas a la política económica del Gobierno: "Impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso en que la economía española debe anclar su crecimiento".

Lo de Valencia sólo fue un picotazo de aperitivo. El plato fuerte llega este jueves, cuando lance desde la fundación que preside, Faes, un gran ideario político bajo el título: “Ideas para la sociedad española”. Casi nada. Dijo que dejaba la política directa pero que iba a seguir en el debate público, y ahora que se siente más libre, con menos obligación de morderse la lengua, Aznar está dispuesto a dar la batalla desde su particular Fort Comanche. El jueves estará escoltado por Josep Piqué y por Gallardón, dos políticos que abandonaron el partido por la puerta de atrás pero mantienen cierta imagen de centristas.

Aznar no renunció a la presidencia del PP sólo para fastidiar a Rajoy; lo hizo para marcar también la conveniente distancia con la política activa y así poder funcionar más a sus anchas y convertirse en el Can Cerbero de las esencias conservadoras. Principalmente cuando Rajoy parece dispuesto a seguir rentabilizando la ambigüedad política, traducida en recalcitrante pragmatismo, y que incluye el disfraz de socialdemócrata.

Ahora Aznar ya puede decir con mucha más libertad lo que piensa, aunque sus ideas/críticas indignen a los políticos del PP.  Una de las condiciones para pertenecer al patronato de la fundación Faes es no estar activo en política. Otra ventaja de este “divorcio” es que se facilita la obtención de fondos para Faes más allá de las ayudas públicas, y el ex presidente tiene muy buenos contactos en el mundo capitalista. 

Siendo presidente de honor de los Populares, Aznar estaba en el papel de Reina Madre, mucha pompa y pocas nueces, y sufriendo el molesto síndrome del jarrón chino, que todos valoran mucho pero nadie sabe muy bien para qué sirve ni dónde colocarlo. Ahora ya no tendrá que aguantar las frialdades de Rajoy y podrá decir abiertamente cómo debe ser y qué debe hacer un partido que quiera avanzar por la derecha.Sobre la pregunta: ¿Formará su propio partido? La respuesta, confirmada por sus allegados, es que no

Sobre la pregunta: ¿Formará su propio partido? La respuesta, confirmada por sus allegados, es que no. Ni ahora ni más adelante. Aznar puede discrepar mucho con Rajoy y sentirse molesto con el partido por diversas razones, pero no tiene un pelo de tonto, ni siquiera en su desdibujado bigote. Sabe que su estatus de ex presidente del Gobierno de España es mucho mejor, más importante y más útil para sus intereses, que ser otra vez candidato –sin posibilidades reales de victoria- a la presidencia. Cuando ya has alcanzado la “gloria”, no te apetece volver a examinarte, no sea que esta vez no apruebes.

Los que lanzan el rumor del regreso, que Aznar escucha con placer porque le encanta que hablen de él, aunque sea bien, tienen ciertos intereses partidistas. Nada le vendría mejor a la izquierda que la derecha se dividiera, y que el causante fuera su vilipendiado Aznar. También fomenta esta tesis del regreso, que según encuestas recientes apoyaría un escaso 15% del electorado, el sector descontento con el PP y el que considera que Rajoy está dilapidando las esencias populares. Nada le vendría mejor a la izquierda que la derecha se dividiera, y que el causante fuera su vilipendiado Aznar

Tampoco hay que olvidar que Aznar no está tan limpio de polvo y paja. Una buena parte de la corrupción que hoy aflora en los juzgados se coció en su época, y en la boda de su hija en El Escorial desfiló la cúpula de la Gürtel. Una mancha que siempre le perseguirá, como sus pactos con Jordi Pujol, tan ventajosos para el nacionalismo y, sobre todo, para el pujolismo.

Aznar vuelve al ruedo de la teoría política y social para mantener viva su imagen de prohombre de las grandes ideas conservadoras, y para hacer de Faes una fundación más prestigiosa, más libre y más rentable. Rajoy puede dormir tranquilo, Aznar será su tábano, pero nunca su rival político en unas elecciones.  Aunque creo que Rajoy hace tiempo que duerme a pierna suelta.  

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