Cómo los alcaldes independentistas ya tienen las papeletas y las urnas listas

Martes, 16.35 horas. Un alcalde independentista hace la sobremesa en un bar céntrico de un pueblo situado a menos de una hora de Barcelona. El primer edil (que pide la reserva de su identidad) habla con uno de sus grandes amigos, que regenta el establecimiento. Al llegar, el hombre, de mediana edad, nos indica una mesa al fondo del salón. 

A la hora señalada no hay casi clientela. Un puñado de parroquianos, acodados en la barra, miran el resumen deportivo que emite la TV y otros dos, de expresiones aburridas, casi ni se hablan en un extremo del local. Aquí viven más de 10.000 habitantes, gobierna un partido independentista y la siesta (para muchos) es sagrada. En las calles casi ni se observan movimientos. Tras el saludo inicial, el regidor se muestra afable, cordial y muy predispuesto al diálogo. A juzgar por su semblante, es evidente que está pletórico ante un hecho ilegal. Los Mossos tienen orden de la Fiscalía de incautar urnas, papeletas y cualquier elemento que permita el referéndum del próximo 1-O.

A pesar de ello, después de dos rondas de cafés, el alcalde por fin echa su mano a la chaqueta y, con expresión retadora y sonrisa socarrona, extrae su cartera. Rebusca en la parte del billetero y saca un papel arrugado que guarda como un tesoro, como si fuera la entrada de la final de la Champions de su equipo favorito y fuera uno de los afortunados en tener una de ellas. Saca un papel doblado en tres veces y lo muestra: es una de las papeletas impresas 'offset' para el referéndum del próximo 1 de octubre. 

El regidor, abiertamente independentista, cuenta cómo tienen toda la logística preparada y la maquinaria engrasada para que los catalanes puedan votar. Relata que no van a poder pararles y que todo lo tienen previsto, incluso si la Guardia Civil les requisa las urnas o se les imputa algún delito: "¿Qué van a meternos a 500 alcaldes en la cárcel?", se pregunta desafiante. Posteriormente, nos detalla dónde estarán situados los dos puntos estratégicos para la consulta soberanista: el teatro municipal y un local, a pie de calle, propiedad del Consistorio.La papeleta, en nuestra mano

Este medio ha tenido en sus manos uno de esos impresos que pone de manifiesto algo que ya no se empieza a ocultar en toda Cataluña: son decenas los pueblos que tienen todo listo y preparado para celebrar la votación independentista del 1-O. No son papeletas impresas utilizando un dispositivo casero digital, como podía hacer cualquiera en su domicilio, sino que han sido hechas "en un servicio profesional", añade este mismo alcalde.

Lo mismo ocurre con las urnas. "Está todo preparado. Pero que España se quede tranquila... ¿Por qué nos quieren confiscar las urnas?", afirma el regidor, matizando que no son los mismos recipientes que les cedió el Estado para las últimas elecciones municipales de 2015. "Esas son del Estado y no las vamos a usar", asegura.

En buena parte de los municipios ocurre algo similar. El político nos asegura que sus homólogos independentistas están perfectamente coordinados por la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) para que el día 1 del mes próximo finalmente haya votaciones. 

¿Cómo han impreso estas papeletas? ¿Cuándo lo han hecho? El alcalde, esta vez, se muestra tajante: "Tantos datos no les puedo dar. Eso sí, yo garantizo que aquí habrá urnas, papeletas y se votará", concluye. Guardia Civil y Policía buscan urnas y papeletas 

Mientras los alcaldes independentistas preparan los últimos flecos para votar el próximo día 1, Guardia Civil y Policía están intentando buscar las más de 6.000 urnas que Puigdemont afirmó tener ya disponibles y las papeletas. Los agentes de la Benemérita ya han registrado alguna empresa, un semanario y se han hecho con algunos documentos, pero no han conseguido, de momento, descubrir dónde se encuentra todo el material electoral.

Los servicios de Información también están trabajando sobre el terreno. Hay agentes de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía y del Centro Nacional de Inteligencia desplegados en Cataluña y que tienen orden de comunicar a sus superiores cualquier actividad relacionada con la organización del referéndum.

Asimismo, el Ministerio del Interior tiene diseñado un dispositivo en el que se contempla un despliegue especial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con más de 2.000 agentes de la Policía y la Guardia Civil concretado en tres fases. La primera pasaría por incrementar la seguridad en aquellos edificios del Estado en Cataluña ante el riesgo a ser atacados u ocupados por radicales. A día de hoy ya hay en torno a 500 agentes de la Unidad de Intervención UIP de la Policía operativos en una localidad costera de la región del Maresme y en la Ciudad Condal, informan fuentes de Interior. Estos policías se encargarían de proteger la Delegación del Gobierno, las instalaciones de RTVE, las delegaciones de Hacienda... y otros inmuebles.

La segunda fase de esta 'operación Referéndum' pasaría por la retirada de urnas y el cierre, llegado el caso, de centros públicos convertidos en colegios electorales. Y la tercera y última pasaría por una presencia en las calles de unidades antidisturbios para contener posibles disturbios públicos como acampadas al estilo 15-M.