El director de Aigües de Barcelona, Ignacio Escudero, y el alcalde de Sant Feliu, Jordi San José, han suscrito este lunes el protocolo, que establece que la compañía deberá solicitar un informe de valoración de la situación de exclusión residencial a los servicios sociales del consistorio.
En caso de que los servicios sociales indiquen que se trata de una persona o de una unidad familiar vulnerable, la compañía de aguas le garantizará el suministro.
El protocolo se suma al que Aigües de Barcelona viene aplicando desde hace cinco años para no cortar el agua a nadie que no la pueda pagar, mediante un fondo de solidaridad para ayudar a pagar el consumo a las familias con dificultades.
Desde 2012, la compañía bonifica el servicio a más de 17.850 familias, 520 de las cuales son de Sant Feliu de Llobregat.
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