(CORR) Compostela Aberta, PSOE y BNG afean la actitud del PP durante un debate plenario sobre el desalojo del colectivo

  • (Rogamos a nuestros clientes sustituyan la información con el mismo titular por la que sigue por un error en el resultado de la votación. Disculpen las molestias. La información queda como sigue:) Segundo titular: El pleno de Santiago aprueba una moción de los populares para fijar posición sobre el apoyo a la Policía, la propiedad privada y las actuaciones judiciales
EUROPA PRESS

(Rogamos a nuestros clientes sustituyan la información con el mismo titular por la que sigue por un error en el resultado de la votación. Disculpen las molestias. La información queda como sigue:)

Segundo titular: El pleno de Santiago aprueba una moción de los populares para fijar posición sobre el apoyo a la Policía, la propiedad privada y las actuaciones judiciales

El pleno de Santiago ha aprobado una moción presentada por el grupo popular relativa a "la colaboración con el cumplimiento de las decisiones judiciales", "el reconocimiento del papel" de la Policía y "la defensa y protección de la propiedad privada".

El pleno de este jueves de la corporación santiaguesa ha acogido un debate sobre los acontecimientos registrados en la ciudad en las últimas semanas tras el desalojo por orden judicial del colectivo Escárnio e Maldizer, que durante tres años okupó como centro social un edificio situado en la Algalia de arriba.

El debate ha surgido a raíz de una moción presentada por el grupo popular que ha sido aprobada con los votos a favor de PP y PSOE y el rechazo de Compostela Aberta y BNG. No obstante, CA, nacionalistas y socialistas han criticado al PP por las formas empleadas durante la exposición.

El alcalde, Martiño Noriega, ha afeado la actitud del PP radicada en "el todo vale" que, según ha justificado, ha motivado el no de Compostela Aberta a la moción . "Se les fue de las manos", ha apostillado.

Una crítica a la que se han sumado tanto BNG como PSOE, cuyo portavoz, Paco Reyes, ha aclarado que apoyan la moción "por respeto a la Constitución" y a pesar "de la actitud del PP".

PROPOSICIÓN

La proposición del PP insta a la corporación local a posicionarse "sobre la colaboración con el cumplimiento de las decisiones judiciales, el reconocimiento del papel de las fuerzas de seguridad del Estado y la defensa de la propiedad privada".

El punto se ha convertido en un debate sobre la situación generada en la ciudad luego del desalojo del colectivo okupa, acontecido el pasado 30 de mayo. Esa misma tarde, una manifestación contra la medida derivó en cargas policiales y enfrentamientos con parte de los manifestantes.

Además, se produjeron otras dos movilizaciones --una de ellas sin incidentes--, mientras que en la celebrada el pasado de sábado, la policía volvió a cargar luego de que parte de los asistentes a la marcha accediesen al patio de un colegio abandonado situado en el Ensanche.

NORIEGA "ENCENDIÓ LOS ÁNIMOS"

Este jueves, el edil popular ha cargado contra el gobierno municipal por su gestión de la situación, sobre la que ha opinado que Martiño Noriega "encendió los ánimos" el día del desalojo por "llamar" a la manifestación en apoyo al colectivo, algo "impropio de un alcalde y de una institución".

A renglón seguido, ha afeado al gobierno local por "restar importancia a la usurpación de la propiedad" por parte de "una actividad cultural" que, para Sánchez-Brunete, consistía "en beber cerveza y hacer tatuajes a ocho euros".

"Ojalá el proceso le haya servido para madurar. Se ha quedado solo, con el BNG y los antisistema", ha añadido el popular en alusión al regidor compostelano.

RESPUESTA DEL GOBIERNO

Frente a ello, la concelaja de Compostela Aberta Marta Lois ha teorizado con que el debate de este jueves ha servido para que en el PP "pudieran comprobar que están solos". A continuación, Lois ha asegurado que el gobierno santiagués "no tiene ningún problema con la justicia, la policía o la propiedad privada".

"La realidad de la ciudad no es la que ustedes quisieron mostrar", ha remarcado, para luego resaltar el carácter de "convivencia y paz" de la capital gallega frente a "la actitud irresponsable y desleal con la ciudad" del PP sobre un conflicto que, según Lois, "avivó desde sus palestras".

Al término del debate, el regidor compostelano ha tomado la palabra para calificar de "reaccionario e irrespetuoso con la institución" el discurso mantenido por Sánchez-Brunete y el PP durante las últimas semanas, en las que "criminalizaron" a parte de la ciudad a través de la división "entre buenos y malos".

Así, ha justificado que la oposición del grupo de gobierno a la moción presentada por los populares va "más allá del texto" de la misma y se debe a la "actitud" mantenida. "Están ustedes muy desesperados", ha apostillado.

PSOE: "MALA GESTIÓN" DE CA Y PP

Por su parte, el portavoz socialista, Paco Reyes, ha criticado tanto al grupo de gobierno como al PP por sus posturas en el conflicto: a los primeros por las declaraciones "inoportunas y desafortunadas" del alcalde y algunos concejales sobre la actuación policial y judicial; y a los segundos por "jugar con fuego" sobre la posibilidad de que se produjesen nuevos incidentes.

Así, ha manifestado su discrepancia con la reunión mantenida por el portavoz popular, Agustín Hernández, con el subdelegado del Gobierno en A Coruña, Jorge Atán. Para Reyes, este encuentro fue "una falta de respeto institucional" por parte de Atán por "no llamar al alcalde ni reunirse con más grupos".

EL BNG LLAMA A PONER FIN A LA CRISPACIÓN

Por último, el nacionalista Rubén Cela ha realizado un llamamiento a recuperar el espíritu de "convivencia y paz" de la ciudad. "Santiago es y seguirá siendo pacifica, diversa y tolerante con el derecho a la manifestación y reunión. Y tendrá colectivos que seguirán denunciando situaciones de abandono de los edificios. Eso nunca fue un problema", ha incidido.

Por todo ello, ha invitado a "aprender" de los errores cometidos en las últimas semanas y "marcar un punto de inflexión", ya que entiende que "la criminalización y la crispación" generados "no justificaron la instrumentalización política" de un conflicto que, según Cela, podría haberse solucionado por "vías pacíficas".

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