José Luis Baltar, un político que sigue defendiendo su forma de contratar

  • Jubilado y actualmente retirado de la política, aunque hoy haya captado tantos flashes como antaño, el expresidente del PP y de la Diputación de Ourense José Luis Baltar Pumar se enfrenta al que llama el primer borrón de su carrera y solo, dice, por haber contratado "sin publicidad".

Lorena Rodríguez

Ourense, 30 jun.- Jubilado y actualmente retirado de la política, aunque hoy haya captado tantos flashes como antaño, el expresidente del PP y de la Diputación de Ourense José Luis Baltar Pumar se enfrenta al que llama el primer borrón de su carrera y solo, dice, por haber contratado "sin publicidad".

Famoso por su trombón, el que utilizaba en cada campaña electoral cuando iba por los pueblos cantando "si no eres del PP, jódete", hoy este hombre de baja estatura y pelo cano sostiene que no es ningún tirano y defiende que si de algo es culpable es de ayudar a quien se lo ha pedido, por el motivo que fuese, y de ofrecer trabajo a la vieja usanza, una práctica que le ha granjeado un apoyo constante.

El político ourensano, que llegó a hacerse llamar "el cacique bueno", trata de eludir esta condena postrera tras cuatro décadas en la arena política, al tratarse de una sanción que, a su juicio, "no tendrá efecto", puesto que él se ha inhabilitado "a sí mismo", como hizo ver el día en el que anunció que abandonaba ya la primera fila.

Fue el propio Baltar Pumar quien comunicó que dejaba de militar temporalmente en su partido, el PP, para no dañar a la organización tras liderarla durante más de quince años en su provincia de origen.

Histórico dirigente del PP gallego durante 33 años, de ellos veintidós al frente de la Diputación de Ourense (1990-2012), este antiguo cobrador de coches de línea se enfrenta a una querella por la presunta comisión de un delito de prevaricación continuada, merced a la contratación de 104 personas.

Sonadas son las críticas de la oposición, tanto de nacionalistas como de socialistas, que son los que le han llevado al banquillo.

El poder de Baltar en la provincia se dejó ver en la celebración del congreso del PP en 2010, del que solamente podría salir un líder de los presentados para asumir el liderazgo en este feudo, Manuel Baltar Blanco y el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán.

El hijo de José Luis Baltar Pumar, Manuel, se erigió ganador en un tenso cónclave en el que venció al candidato rival que llegaba avalado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el propio Mariano Rajoy.

La cita, de la que tanto se ha hablado, dejó en clara evidencia la división existente entre la mayoría del PP ourensano y la dirección gallega del PP, encabezada por Núñez Feijóo.

Baltar padre celebró eufórico un triunfo que derivaría después en el traspaso de poderes de la institución provincial a su vástago.

Es la trayectoria de un hombre, Baltar Pumar, que tras sus inicios en política vía Coalición Galega (CG), llegó al PP a través de Centristas de Galicia, una escisión de CG de la que fue su fundador y secretario general.

Entre los principales "episodios" de su prolífica carrera, están sus amenazas de dejar el PP de Galicia porque no veía "respaldados" los intereses de Ourense, y su intención de presentar una lista alternativa a los comicios autonómicos de 2005.

Él vivió y avivó una crisis en el PP de Galicia, entre los llamados "los de la boina", y los urbanos, los "del birrete". El problema era la "excesiva influencia" de la dirección nacional del Partido Popular y de su líder, Mariano Rajoy, en el PP gallego.

No llegó la sangre al río, y el granero de votos que el PP tiene en Ourense se mantuvo para estas filas.

Tras retirarse, los empleados celebraron diferentes comidas de homenaje a este político ourensano, de quien su hijo dijo que "se fue cuando quiso marcharse".

En la conferencia de prensa en la que comunicó su renuncia, pronunció una frase que se haría famosa: "A mí no me echaría nadie de unas elecciones; no me echarían desde el partido porque tampoco lo iba a consentir, y yo siempre dije que yo me marcharía cuando quisiera".

Baltar, el veterano, deberá dar explicaciones también ante la jueza Pilar de Lara, que instruye la Operación Pokemon y que lo ha imputado por la presunta comisión de un delito de cohecho.

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