La solidaridad del pueblo extremeño protagoniza la entrega de las Medallas de Extremadura

La solidaridad del pueblo extremeño protagoniza la entrega de las Medallas de Extremadura
La solidaridad del pueblo extremeño protagoniza la entrega de las Medallas de Extremadura
EUROPA PRESS
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El acto de entrega de las Medallas de Extremadura, el máximo galardón que concede la comunidad autónoma, ha estado protagonizado por la solidaridad de su pueblo como una de sus cualidades que mejor identifican a los habitantes de la región.

Por segundo año consecutivo, los actos del Día de Extremadura, que se celebra el 8 de Septiembre, se han dividido en una parte institucional, celebrado por la mañana en la Asamblea con los discursos de los representantes políticos de la región, y por otro lado la entrega de Medallas de Extremadura, en el Teatro Romano de Mérida por la noche, y con mayor protagonismo para la ciudadanía.

La solidaridad ha sido el principal motivo por el que el pueblo de Moraleja, por su ayuda y asistencia a los vecinos de los tres pueblos evacuados el pasado verano durante el incendio de Sierra de Gata, y los voluntarios de Protección Civil han recibido este galardón.

Junto a ellos el botánico José Luis Pérez Chiscano, el centro universitario Santa Ana de Almendralejo y la Federación Extremeña de Folclore, ex aequo con el grupo de Folk Acetre, han sido los galardonados de este año.

También el autor del discurso ciudadano de este año, el especialista de efectos especiales Reyes Abades, ha destacado la solidaridad de los extremeños como una de sus principales señas de identidad.

IDENTIDAD DE EXTREMADURA

"La Medalla de Extremadura representa la identidad de nuestra tierra y nuestras gentes, que recuerdan qué significa ser extremeño", ha dicho tras recoger el galardón Julio César Herrero, el alcalde de Moraleja (Cáceres), quien ha rememorado los "momentos de angustia e incertidumbre" vividos especialmente entre los vecinos de Perales del Puerto, Hoyos y Acebo, que fueron evacuados de sus viviendas ante la cercanía de las llamas.

"El sentimiento de hermandad acercó nuestros pueblos", ha dicho el alcalde, quien ha querido compartir la medalla con sus vecinos de las localidades afectadas. "Hicimos lo que teníamos que hacer", porque "tampoco sabemos hacer otra cosa", ha insistido.

Por su parte, Juana Curiel Albarrán, miembro de la agrupación local de Navalmoral de la Mata ha dedicado la medalla a la "familia de los voluntarios", por ofrecer "una labor esencial, y ejemplo de solidaridad".

Del colectivo ha destacado que dan "su tiempo libre, experiencia, conocimientos y esfuerzos muchas veces no reconocidos por la mayoría de los extremeños".

El primero en recibir el galardón ha sido el botánico José Luis Pérez Chiscano, quien ha destacado que Extremadura "merece que se la admire por su naturaleza". En una intervención en la que ha recordado los inicios de su interés por las "aves" y las "hierbas", ha rogado que se respete "al máximo" lo que todavía "queda, que es bastante", de Extremadura.

"Tenemos una deuda grande con la Naturaleza, vivimos de ella", ha señalado, al tiempo que ha añadido que los ciudadanos tienen "una responsabilidad muy grande para conservarla". "La vida es muy difícil de definir, un auténtico milagro", ha señalado.

Posteriormente, Carmen Fernández Daza, directora del centro universitario Santa Ana, ha recogido el galardón concedido a este espacio de formación de Almendralejo (Badajoz) con 50 años de trayectoria, y que ha dedicado a todos los que han pasado por este centro, tanto alumnos como docentes y trabajadores, especialmente a su padre Mariano Fernández Daza, impulsor del mismo.

"Hay gestas que cambian la historia de la humanidad", ha dicho, pero hay otras "revoluciones humildes propias de la historia local", entre las que ha incluido a este centro de formación privado.

Por su parte, Francisco Muñoz, presidente de la federación extremeña de folclore, que aglutina a 84 agrupaciones y que desde 1985 trabaja por la investigación y difusión de la cultura tradicional, ha pedido que las instituciones promocionen más el "sentimiento extremeño que está desapareciendo", porque "aún existe un importante movimiento folclórico que se debe aprovechar y poner en valor".

En este caso, el premio ha sido concedido ex aequo con el grupo de folk Acetre, de Olivenza. En su representación, José Tomás Sousa, ha dedicado la distinción a todos los músicos que pese a los "recortes" siguen creyendo que "el mejor arma es la creatividad".

UN PUEBLO MARCADO POR LA EMIGRACIÓN

El acto, que ha comenzado con el izado de las banderas española y extremeña, acompañado por la interpretación del himno nacional y autonómico, así como la proyección de un vídeo conmemorativo de la comunidad autónoma, ha continuado con el denominado "discurso ciudadano", en esta ocasión a cargo del especialista extremeño en efectos especiales y ganador de nueve Premios Goya, Reyes Abades, quien a su vez fuera Medalla de Extremadura en el año 2000.

Abades ha tenido que interrumpir su discurso en varias ocasiones, emocionado especialmente al rememorar los "durísimos años" de su infancia en Castilblanco (Badajoz), de donde emigró siendo aún adolescente. Precisamente a los alrededor de un millón de extremeños que viven fuera de la región, empujados por la emigración de los años 60 y 70, cuando la comunidad perdió el 50 por ciento de su población, ha mandado un caluroso abrazo.

Ha recordado lo "complicada y difícil" que era la vida en Extremadura en aquellos años. Desde entonces ha cambiado mucho la situación, ha dicho, por lo que ha pedido a los extremeños, que sin perder su carácter solidario, sigan luchando juntos para "tirar de Extremadura para arriba".

Asimismo ha animado a los jóvenes a "luchar contra el conformismo", y a que "no se desesperen", porque con formación, "esfuerzo y sacrificio, se pueden conseguir los objetivos". En este punto, también ha dedicado unas palabras a la clase política, para que "no miren por sus intereses particulares", al tiempo que ha subrayado que "es mejor un mal acuerdo que un buen pleito". "Quienes lo estamos pasando mal somos los ciudadanos de a pie", ha aseverado.

Por último, ha dedicado unas palabras a las mujeres extremeñas, a las que ha definido como "luchadoras incansables", y que fueron las que "más sufrieron la parte más dura de la emigración", pese a lo cual "nunca se ha reconocido suficientemente" su labor para sacar adelante a sus familias en las condiciones más adversas.

MAGIA Y MÚSICA

Tras los discursos ha llegado el turno de las actuaciones. Primero el grupo extremeño Los niños de los ojos rojos, quienes han interpretado unas versiones muy particulares del himno de Extremadura y del candil, uno de los principales exponentes del folclore regional.

Posteriormente ha llegado el turno del mago cacereño Jorge Luengo, para finalizar con un concierto a cargo de la Orquesta de Extremadura, con la participación de la cantante Pilar Boyero y del ballet flamenco de Jesús Custodio.

Salvo la medalla entregada por Fernández Vara a las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil, el resto han sido entregadas por representantes de colectivos ciudadanos, como son la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), Catalina García; el cooperante extremeño Emilio José Romero; la presidenta del Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEx), Elena Ruiz; e Isabel Bravo en representación de las tres asociaciones de la prensa (Badajoz, Cáceres y Mérida) de Extremadura.

Por otro lado, cabe destacar que en la entrada del Teatro Romano se ha concentrado un grupo de aproximadamente medio centenar de personas convocados por el colectivo Campamentos Dignidad, para protestar por la situación socioeconómica de la comunidad, y que han pronunciado proclamas contra el presidente extremeño y mostrado pancartas en las que se podía leer mensajes como 'Contra el paro y la precariedad'.

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