AI denuncia el "fracaso" de los políticos en Irlanda del Norte

  • Amnistía Internacional (AI) afirmó hoy que los esfuerzos emprendidos en Irlanda del Norte para hacer frente al legado del pasado conflicto armado "han fracasado" y pidió nuevos mecanismos para abordar la situación de las víctimas.

Dublín, 10 mar.- Amnistía Internacional (AI) afirmó hoy que los esfuerzos emprendidos en Irlanda del Norte para hacer frente al legado del pasado conflicto armado "han fracasado" y pidió nuevos mecanismos para abordar la situación de las víctimas.

La organización humanitaria denunció la tardanza de los políticos de la provincia británica para lograr acuerdos, lo que deja a "las víctimas y los familiares sufriendo" porque les niega su "derecho a conocer la verdad y obtener justicia".

Ante la falta de avances, el director de AI en Irlanda del Norte, Patrick Corrigan, instó hoy al Gobierno estadounidense a que "ejerza presión política" no solo sobre los líderes norirlandeses, sino también sobre los Ejecutivos de Londres y Dublín, que tienen, dijo, "responsabilidades específicas respecto al pasado".

"Estados Unidos ha sido un poderoso aliado de la paz y la justicia en Irlanda del Norte durante varias décadas", señaló el activista en referencia a la última misión desempeñada en la región por el diplomático Richard Haass.

Haass mantuvo con los partidos que conforman el Gobierno autónomo de Belfast, de poder compartido entre protestantes y católicos, intensas conversaciones hasta la pasada Nochevieja, si bien las formaciones no llegaron a un acuerdo definitivo.

Las negociaciones trataban de resolver asuntos controvertidos que están afectando la marcha del proceso de paz, como las banderas, los desfiles protestantes o la cuestión del legado de treinta años de un conflicto que dejó más de 3.500 muertos.

Haass, enviado especial de EEUU para Irlanda del Norte entre 2001 y 2003, y Patrick Corrigan, de AI, se reunirán mañana martes en Washington con un comité de congresistas para abordar este asunto.

A principios del pasado año cientos de policías norirlandeses resultaron heridos en enfrentamientos con jóvenes protestantes y católicos por la retirada de la bandera británica del Ayuntamiento de Belfast, que solo ondea ya en días señalados.

Aunque la calma regresó en los meses siguientes, la tensión en las calles de la región cobró de nuevo protagonismo durante la temporada veraniega de desfiles de la orden protestante de Orange.

La estabilidad del Ejecutivo norirlandés también se ha visto afectada después de que el ministro principal, el unionista Peter Robinson, amenazase hace dos semanas con dimitir de su cargo por la concesión de amnistías encubiertas a miembros de la organización terrorista Ejército Republicano Irlandés, IRA, ya inactivo.

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