Los partidos unionistas norirlandeses abandonan conversaciones de paz

  • Los partidos protestantes de Irlanda del Norte abandonaron hoy la nueva ronda de conversaciones iniciada el miércoles para tratar de llegar a un acuerdo en asuntos como el de las banderas, los desfiles y el legado de 30 años de un conflicto que causó más de 3.500 muertos.

Dublín, 3 jul.- Los partidos protestantes de Irlanda del Norte abandonaron hoy la nueva ronda de conversaciones iniciada el miércoles para tratar de llegar a un acuerdo en asuntos como el de las banderas, los desfiles y el legado de 30 años de un conflicto que causó más de 3.500 muertos.

Las formaciones tomaron esa decisión después de que la Comisión de Desfiles modificase hoy la ruta de una marcha de la protestante Orden de Orange para que no pase por un barrio católico del norte de Belfast el próximo 12 de julio, el "día grande" de los unionistas, partidarios de la permanencia de la región en el Reino Unido.

Los partidos tenían previsto mantener intensas negociaciones desde ayer y hasta el viernes y también se esperaba que la próxima semana se celebrasen otras tres jornadas de conversaciones.

La cuestión de las banderas, los desfiles y el legado del conflicto mantienen enfrentadas a las formaciones que integran el Gobierno autónomo de poder compartido entre protestantes y católicos y amenazan la buena marcha del proceso de paz en la provincia británica.

En estos encuentros participaban los cinco partidos del Ejecutivo, a la cabeza del cual se sitúan el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) y el Sinn Féin, los principales representantes de las comunidades protestante y católica, respectivamente.

También se sientan en la mesa el Partido Unionista del Ulster (UUP), el nacionalista Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP) y el Partido Alianza, que acoge a políticos de todos los signos.

En un comunicado conjunto, el DUP y el UUP anunciaron hoy que "han concluido su participación en las ya infructuosas conversaciones entre los líderes".

El texto, que está firmado también por otros partidos unionistas minoritarios que no están en las conversaciones, califica de "muy grave" la situación creada por la decisión de la Comisión de Desfiles, organismo creado para regular las marchas en le provincia tras la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998).

Según los unionistas, la Comisión ha cedido a las "amenazas" planteadas por el Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA, que aseguraba, dicen, que habría violencia callejera y enfrentamientos con la Policía si los orangistas pasaban por el barrio católico de Ardoyne en la marcha prevista para el 12 de julio.

En los últimos años, jóvenes católicos han protagonizado disturbios cuando esa marcha transcurrió por su ruta tradicional, mientras que los protestantes hicieron lo mismo cuando se impusieron restricciones.

Además de lograr un acuerdo definitivo para el futuro, el objetivo inmediato de esta nueva ronda de conversaciones era rebajar la tensión ante el comienzo de los desfiles protestantes de la Orden de Orange.

Los partidos ya abordaron el pasado año estos asuntos en unas negociaciones presididas por el exdiplomático estadounidense Richard Haass, pero sus propuestas de acuerdo fueron rechazadas y el estancamiento que sufre el proceso de paz amenaza la estabilidad de la región.

A principios del pasado año cientos de policías norirlandeses resultaron heridos en enfrentamientos con jóvenes protestantes y católicos por la retirada de la bandera británica del Ayuntamiento de Belfast, que solo ondea ya en días señalados.

Aunque la calma regresó en los meses siguientes, la tensión en las calles de la región cobró de nuevo protagonismo durante la temporada veraniega de desfiles de la orden protestante de Orange.

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