La sombra de Borrell planea sobre Iceta e impulsa al PSC entre los unionistas

La infructuosa declaración unilateral de independencia y la convocatoria de elecciones autonómicas el 21 de diciembre han traído consigo un escenario político inédito en Cataluña. Un panorama en el que el PSC se ha visto reforzado hasta el punto de, según los últimos sondeos, convertirse en la segunda fuerza del Parlament y en el partido constitucionalista que más crecería en los comicios. Pero la clave que podría estar detrás de este impulso del PSC no responde al nombre de Miquel Iceta, sino al de un peso pesado de Ferraz que, dos décadas después, vuelve a estar en boca de todos. Es Josep Borrell.

Pero, ¿qué aporta su presencia al actual PSC? “Es una figura por encima de los cargos políticos”, responde el sociólogo Amando de Miguel. “Ha pasado ya mucho tiempo, él es de la generación de Felipe González, y discutir su papel sería como discutir si Jaime Mayor Oreja podría estar ahora en unas listas del PP... Pues no podría”, zanja el histórico sociólogo. “Pero es una persona muy formada y con mucha experiencia, que podría dar juego”, añade, “aunque ha sido presidente del Parlamento Europeo y no va a estar ahora ahí de 'currito', de diputado en las filas. Ahí no lo veo”.

Tampoco se ve el propio Borrell, que se ha autodescartado no sólo para liderar el PSC en las próximas elecciones, sino para también formar parte de sus listas. Pero trabaja desde segunda línea, al punto de convertirse en un icono del catalanismo no separatista, participando activamente en esas manifestaciones por la unidad de España de las que, hasta el pasado domingo, el número uno del socialismo catalán prefería mantenerse al margen.

Las presencias del veterano político en estas concentraciones no han gustado nada en la cúpula del PSC. Fuentes del partido admiten que el protagonismo que ha adquirido Borrell en las últimas fechas podría afectar al propio Iceta, relegado simbólicamente de su papel de número uno. No es casualidad que, en paralelo, el líder del PSC haya tomado una especial relevancia a la hora de ejercer como mediador entre el Gobierno central y la Generalitat. Incluso, asesorado por su equipo, ha multiplicado su presencia en medios de comunicación.

Pedro Sánchez apoya a Iceta

Iceta, eso sí, cuenta con el apoyo cerrado de Pedro Sánchez y de la ejecutiva del PSOE. Y es que el primer secretario del PSC jugó un papel importante en la campaña de las primarias, manteniendo una postura que favoreció al actual secretario general y su discurso del "no es no". A pesar de que en el comité federal se había impuesto la abstención, los diputados del PSC votaron no a Mariano Rajoy en la sesión de investidura. Para Ferraz no hay discusión: es el líder, y punto.

Es más, no falta quien señala que a Iceta, más que debilitarle, le ha beneficiado la reaparición mediática de Borrell. Aunque sea de forma indirecta. El número uno del socialismo catalán se ha visto obligado a dar un paso al frente para combatir el independentismo y eso le ha disparado en los sondeos. Según apunta De Miguel, “Iceta se ha dado cuenta de que esa idea de un PSC ambiguo era absurda”. Ahí Borrell no puede sino ayudarle: “Puede contribuir a combatir esa indefinición del PSC, que no se sabe muy bien de qué lado está, y tendría que estar claramente del lado constitucionalista, antinacionalista”.

En las elecciones del 21 de diciembre, la batalla se centrará en cuál de los dos bloques conseguirá la mayoría absoluta. Si los soberanistas consiguen revalidar su mayoría en escaños, el Estado se enfrentará a un nuevo órdago secesionista durante los próximos cuatro años, más intenso aún que el actual, ya que las riendas las tomaría ERC. Sin embargo, una victoria del bloque constitucionalista supondría un periodo de tregua en el que Iceta tendría un papel relevante como posible segunda fuerza unionista, disputándole la primera posición a Inés Arrimadas.