México, 28 jul.- La Cámara de Diputados de México comenzó hoy a analizar la legislación reglamentaria de la reforma energética, mientras a las afueras del recinto se concentraron simpatizantes de la izquierda que se oponen a los cambios.
El periodo ordinario de sesiones de la Cámara baja quedó instalado pasadas las 12.00 hora local (17.00 GMT) y se prevé que pueda extenderse al menos cinco días.
Durante el periodo de sesiones los diputados abordarán cuatro dictámenes que ya fueron avalados por el Senado y otros dos relacionados con asuntos fiscales en materia energética que tienen como origen la Cámara baja y que, una vez aprobados, pasarán a la alta.
Esos seis dictámenes reúnen en total 21 leyes que reglamentan la reforma constitucional en materia de energía promulgada en diciembre pasado y fueron enviados por el presidente Enrique Peña Nieto al Parlamento desde el 30 de abril pasado.
La sesión de hoy, que se espera se prolongue hasta cerca de la medianoche, arrancó con la participación de 409 de los 500 legisladores que integran la Cámara baja y la aprobación de los procedimientos para la discusión y votación del paquete de leyes.
Así comenzó el debate en lo general del primer dictamen que expide la Ley de Hidrocarburos y reforma otras normas, entre ellas las de inversión extranjera y de asociaciones público privadas.
A favor se pronunciaron diputados del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), su aliado el Verde Ecologista (PVEM) y el conservador Acción Nacional (PAN), que desde hace años impulsa una reforma de gran calado para abrir el sector energético al capital privado después de siete décadas de monopolio estatal.
En contra estuvieron los legisladores de todas las fuerzas de izquierda: el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano (MC) y del Trabajo (PT), que consideran que la reforma entrega la riqueza energética del país a manos privadas.
Diputados como Silvano Aureoles (PRD), Ricardo Monreal (MC) y José Alberto Benavides (PT) aseguraron que la reforma supone una "traición a la patria" y la pérdida de soberanía del país, alertaron de riesgos para la economía nacional y confiaron en que una consulta popular en 2015 la revierta.
El legislador Rubén Camarillo, del PAN, acusó a sus colegas de la izquierda de ser los auténticos "traidores" que solo usan su oposición a las reformas como una forma de conseguir votos para los comicios de 2015.
Marco Antonio Bernal, del PRI, aseguró que el dictamen incluye un cambio de paradigma para garantizar la seguridad energética y convertir esta industria en una "palanca de desarrollo nacional", y a la vez fortalecer la rectoría del Estado sobre el sector en un "contexto de competencia".
A las afueras de la sede legislativa, cuya seguridad fue reforzada por la Policía Federal a petición de la Cámara, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, encabezó una manifestación en repudio a los cambios legislativos.
En los próximos días el PRI, PAN y PVEM van a consumar "un acto de traición a la patria", afirmó Zambrano, quien llamó a sus simpatizantes a prepararse para una consulta popular en 2015, cuando "la mayoría va a decidir si estas reformas se van o se quedan".
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