Clinton espera apoyo afroamericano en Carolina del Sur

  • La carrera por la candidatura presidencial del Partido Demócrata se traslada el sábado a Carolina del Sur, donde Hillary Clinton espera contar con el apoyo de los electores negros para derrotar a Bernie Sanders, y tomar impulso antes del "súper martes" la semana entrante.

En esta fase de la campaña, Clinton exhibe más delegados para la convención partidaria, después de ganar dos de los primeros tres estados en que se realizaron primarias: por un pelo en Iowa, y algo más claramente en Nevada.

En Carolina del Sur, donde el 55% de los electores registrados para las primarias demócratas en 2008 eran negros, se perfila como la favorita a una nueva victoria.

Para electores de Clinton, el senador Sanders es aún una figura poco conocida en el sur de Estados Unidos.

"Nadie sabe nada de él aquí. No ha estado en los ojos del público por tanto tiempo como lo ha estado Hillary", dijo Olivia Brown, de 26 años, durante un acto público de Clinton el jueves. Para Brown, Hillary "se ve muy presidencial".

"Hillary es un nombre muy conocido", añadió su madre, Sharon Williams, una profesora de ciencias de 57 años de edad.

"Ella no se rinde. Tiene un gran espíritu de pelea. Es capaz de seguir adelante, de encontrar nuevos caminos para recomenzar sus objetivos", dijo Williams.

Toda la familia de Clinton se trasladó a Carolina del Sur, para no dejar ningún cabo suelto en esta parada esencial de la campaña.

La esperanza es que una victoria en Carolina del Sur dará un impulso a una candidatura que hace unos pocos meses parecía imparable y que sin embargo parece titubear ante el carismático Sanders.

Acompañada por el expresidente Bill Clinton y su hija Chelsea, Hillary ha estado recorriendo iglesias de comunidades negras y universidades para repetir el mismo mensaje.

De acuerdo con ese mensaje, Hillary es la única candidata con un programa suficientemente sólido para romper las barreras que aún impiden que las minorías en Estados Unidos mejoren su posición.

"Hay barreras económicas, barreras sanitarias, barreras educacionales. Y también debemos ser honestos sobre un racismo sistémico que es aún un problema en Estados Unidos", dijo Clinton el jueves una iglesia Baptista en la ciudad de Charleston.

Clinton también participó de un acto para recaudar fondos, organizado a algunas centenas de metros del local donde en junio del año pasado un joven blanco efectuó disparos dentro de una iglesia de una comunidad negra, provocando la muerte de nueve personas.

Sanders, de 74 años, tenía en agenda pronunciar un discurso en un acto público y acompañar un concierto, pero como sabe que sus perspectivas no son animadores en Carolina del Sur, su comité de campaña no hizo pesadas inversiones.

En tanto, su equipo está concentrado en estados que realizarán primarias en marzo, como Ohio y Minesota. Una enorme tajada que representa el 45% de todos los delegados a la convención partidaria estará en juego en el mes de marzo, contra apenas 2% hasta ahora.

"Hay docenas y docenas de estados que vendrán después. En algunos de esos estados espero hacer una buena votación y ganar, y quizá por una gran ventaja. En algunos estados vamos a perder", dijo Sanders el miércoles durante una conferencia de prensa.

En la jornada del "Súper martes" habrá primarias de los dos partidos en Alabama, Arkansas, Georgia, Oklahoma, Tennessee, Texas, Virginia, Massachusetts, Vermont, además de caucus en Minesota y Colorado. También votarán los republicanos en Alaska.

Desde que inició su campaña el año pasado, Sanders recuperó bastante del territorio perdido ante minorías, y recibió el apoyo público y entusiasta de importantes figuras negras, como el cineasta Spike Lee y el rapero Killer Mike.

Sin embargo, los lazos supuestamente sólidos de Clinton con la comunidad negra no están libre sde problemas.

Durante un acto reservado el miércoles, un representante del cada vez más influyente movimiento 'Black Lives Matter' (Las vidas de negros importan) trabó un áspero intercambio con Clinton que quedó registrado en cámaras de TV.

En esa discusión, el activista le recriminó a Hillary haber apoyado en 1996 las políticas entonces aplicadas por su esposo Bill y que llevaron a un aumento desproporcional de las tasas de encarcelamiento de jóvenes negros.

En esa oportunidad, Hillary había llegado a referirse a los "súper depredadores", en referencia a algunos de los jóvenes.

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